Xosé Fernando Filgueira Valverde, nació en Pontevedra el 28 de octubre de 1906 y murió en la misma ciudad que le vio nacer el 13 de septiembre de 1996, conocido como “O vello profesor”, fue el mayor investigador y erudito que dio Galicia en toda su historia, la grandeza de su labor de recopilación e investigadora no ha sido todavía reconocida es su justa medida, siendo como fue una de las figuras más destacadas de la cultura gallega del siglo XX en Galicia, dominando casi todos los campos del saber, especialmente en historia, arqueología, antropología, el arte y la literatura, con destacadas incursiones también, en este caso, en el terreno de la creación (prosa y poesía). Se le atribuyen más de 2000 publicaciones y más de 4500 intervenciones en cursos y conferencias.
Licenciado en Derecho, Filosofía y Letras, Historia y Diplomado en Psicología, comienza como ayudante en el instituto de enseñanza media de Pontevedra en 1927, seis años más tarde se convierte en el profesor encargado del curso de Lengua y Literatura editando sus propios libros, años atrás había fundado junto con Luís Tobío y Fermín Bouza Brey, el seminario de “estudios Galegos” dirigiendo la sección de Historia de Literatura, siendo nombrado Director de Honor, más tarde dirige el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, en 1927 crea el Museo de Pontevedra convirtiéndolo durante el resto su vida en el mayor museo de Galicia y el segundo por contenido de España, solo superado por el museo Del Prado, en 1932 consigue el título correspondiente de la Real Academia de la Historia, en 1935 fue nombrado catedrático numerario del Instituto Balmes de Barcelona, en 1953 consigue el título correspondiente de la Real Academia de la Lengua, en 1972 es nombrado vocal del Instituto da Lingua Galega de la Universidad de Santiago. Recibió el Premio da Crítica das Letras e das Artes, la Medalla de Oro de la Provincia de Pontevedra, fue nombrado Hijo Predilecto de Pontevedra y doctor honoris causa por distintas universidades españolas.
Recibió la medalla de oro tanto de la ciudad de Pontevedra como de la de Santiago de Compostela, fue conselleiro adjunto de la presidencia de la Xunta de Galicia para la cultura promoviendo la creación del “Consello da Cultura Galega”.
Fue miembro del Partido Galeguista desde sus comienzos (elegido Secretario Técnico en la Asamblea Constituyente del partido celebrada en Pontevedra a principios de diciembre de 1931, permaneciendo en el cargo algo más de dos años), hasta que en 1935 junto con un grupo numeroso de militantes del Partido Galeguista de Pontevedra abandonan el partido fundando “Dereita Galeguista”, entre los que abandonaron el Partido Galeguista por los mismos motivos (política de pactos con la izquierda) que Filgueira Valverde se encontraban Vicente Risco, Mosquera Pérez y Manuel Beiras, donde en su manifiesto fundacional se declararon progresistas, demócratas, republicanos, cooperativistas y de corte socialcristiano.
Tras la Guerra Civil fue nombrado alcalde de Pontevedra por el régimen franquista, y consiguió establecer fuertes influencias que utilizó para sus propósitos de recopilación y estudios Históricos, usando sus influencias fue el hacedor para que la fábrica de Celulosas se estableciera en Pontevedra, este hecho figura como una losa sobre su labor humanística, nadie tendría que dudar que su intención fue la de traer trabajo y riqueza a la ciudad, pero es evidente que la ubicación no fue la más acertada y a día de hoy los políticos siguen sin darle una solución, que en mi opinión pasa por cambiarla de sitio y habilitar el espacio para recreo y ocio, recuperando su entorno natural y nunca unir Pontevedra con Marín que solo se puede justificar en mentes enfermas, ¿con que lo unirían?, ¿con edificios a pié de costa?. Cuando uno escucha estas burradas, se pregunta si en el fondo Filgueira Valverde nos hizo un favor al contribuir con los humos de Celulosas ahuyentar a especuladores y prevaricadores salvaguardando la costa de Placeres, Lourizán, Tambo y la playa de Lourido.
Espero algún día disfrutar de una playa urbana en un entorno cuidado, que sin duda no tendría parangón en el mundo. Así como el ferrocarril preservó en gran medida el deterioro de su entorno, Celulosas hizo lo propio, y es posible recuperar uno y otro para atraer el turismo. Si es cierto que el ferrocarril de cercanías tiene los días contados, por qué no utilizarlo para pasear turistas. El Turismo atrae la inversión privada, y esta no cuesta nada al Ciudadano, no tendríamos que pagar el desmantelamiento de Celulosas, reconvertir la autovía en un gran paseo, montar lugares de recreo y ocio al aire libre, recuperar Tambo y la playa de Lourido, todo ello lo pagarían las empresas interesadas en tener una concesión de cuarenta años en un entorno lleno de recursos y posibilidades.
La obsesión por recuperar todo aquello que tuviera cierto valor histórico le consiguió enemistades muy diversas, pudiendo achacarle y agradecer cierto síndrome de Diógenes “selectivo-cultural”:
Recuerdo un compañero de estudios que nos contaba con rabia como durante años Filgueira Valverde había visitado esporádicamente a su abuela intentando persuadirla para que donara al museo un juego de café en plata inglesa de la época colonial, finalmente la abuela accedió a las pretensiones del profesor desoyendo la oposición de sus familiares, desconozco si luego continuó con sus visitas.
Un conocido me dijo que era también un licántropo, yo le dije que sería filántropo, insistió en lo de licántropo, según él aparecía siempre con nocturnidad y alevosía, y me recordó el caso tan manido del Tesoro de Caldas, que cuando llegó de noche con la Guardia Civil ya le habían fundido en lingotes la mitad de las piezas, otro caso en este link: http://es.wikilingue.com/pt/Tesoro_de_Bedoya
Es poco conocido la apropiación de obras de otros museos, el profesor solicitaba la cesión de obras a otros museos con cualquier excusa o favor y que luego de una manera u otra nunca fueron devueltas; como el museo donante no tuviera bien documentada la cesión acababa convirtiéndose con el tiempo en donación.
En mi etapa de buceador de la Armada en el Centro de Buceo de La Escuela Militar de Marín, le pregunté al subteniente al cargo que eran unas bolas colocadas en forma de pirámide, al parecer unos años antes de mi llegada al centro, el equipo de buceo del centro localizaron restos de un barco hundido en la entrada de la ría, restos que sustrajeron, pero como siempre ocurría Filgueira Valverde se había enterado del descubrimiento y solicitó el material para el Museo, ante la negativa del subteniente arropado por el mando, el sr. Filgueira movió los hilos conductores adecuados y presentose otro día y por sorpresa con una pareja de la Guardia Civil, por si acaso, y con la resignación de La Escuela Militar trasladó todo lo incautado al museo, excepto aquellas balas de cañón que el subteniente había conseguido salvaguardar.
En relación con el “Colón gallego” se creía y echaba en falta que Filgueira Valverde no se posicionara abiertamente en contra ni a favor, pero hace muy poco he adquirido un librillo de una publicación suya se recogen tres hechos que él escogió para festejar el Día de la Hispanidad del 12 de octubre de 1961, que son muy reveladores sobre su pensar, pues están estrechamente ligados con el argumentarlo tradicional de la Tesis:
- Colón festeja a la Patrona de Pontevedra en la Nao “Santa María”, y para ello el sr. Filgueira recoge un extracto del “Diario” de Cristóbal Colón donde se relata este hecho ya mencionado por Celso García de la Riega en su libro de 1914 “Colón español”
- Bayona, primer puerto del viejo mundo que recibe la noticia del descubrimiento,para ello escoge un extracto de la Historia del Almirante, escrita por su hijo Fernando Colón, Cap. XLI, y también forma parte del argumentario “Coloniano”.
- “La Gallega”, Nao Pontevedresa, escoge un revelador escrito de Fr. Martín SARMIENTO sobre este particular (“Trasunto”, Col. Piñeiro, Arch. Catedral de Lugo),
dice:
“La Carabela en que salió Colón, se llamó La Gallega, según Oviedo, y era dedicada a Santa María, aludiendo a la Patrona de los de Pontevedra.
Es mucho concurrir el que Henrique IV diese, como dio a Pontevedra, el Privilegio de una Feria de 30 días, 15 antes y 15 después de la Fiesta de Sn. Bartolomé, Patrono de la Villa. El que los Reyes Católicos hubieran dado como dieron a todos los Mareantes de la Villa, el Privilegio de que no los pudiesen ajusticiar sino como a Nobles, no siendo por delito de alta traición. El que los mismos Reyes mandasen que todos usasen escudos de la Fábrica de Pontevedra. Y el que la carabela de colón se llamase la Gallega y se llamase y estuviese dedicada a Sta. María. Es mucho concurrir todo eso, digo, para que sea inverosímil que la mejor nave, Argos Gallega o la Carabela en la qual montado colón descubrió en su primer viaje el nuevo Mundo, había sido fabricada en el Arrabal o Pescadería de Pontevedra y que se dedicase a Sta. María la Grande (que así llaman), que es la Patrona de todos los marineros en Parroquia separada. fr. Martín Sarmiento”.
Por todo esto y tantísimo más, creo que el profesor Xosé Filgueira Valverde sería un digno candidato alDía das Letras Galegas.
Fernando Alonso Conchouso