Durante el IV Centenario del Descubrimiento muchos intelectuales creyeron que con la publicación de la Raccolta unos años antes, este asunto quedaba concluido en lo fundamental, pero el Christoforo Colombo lanero de la Raccolta, no se parecía en nada al Cristóbal Colón descubridor, y es que tanto Cristóbal Colón como sus familiares, hicieron todo lo posible por ocultar su origen y pasado, francamente casi lo consiguen.
En el año 1892 Celso García de la Riega encuentra el primer indicio de un origen gallego de Colón al leer el libro titulado El Río Lérez, en el que su tío Luís García de la Riega describe las bellezas de la comarca surcada por este río, menciona una escritura de aforamiento hecho a principios del siglo XVI por el monasterio de Poyo, en las inmediaciones de Pontevedra, a favor de Juan de Colón y su mujer Constanza.
Más tarde Antelo Carmelo Castiñeiras secretario de la sociedad Arqueológica de Pontevedra y abogado, encontraría otros documentos en el Ayuntamiento de Pontevedra, donde aparecen los apellidos de Colón y Fonterosa -que eran los apellidos paterno y materno de Cristóbal Colón- estos documentos los llevó a la tertulia en la que él participaba, era la tertulia de Casto Sampedro fundador del Museo Arqueológico de Pontevedra, en esta tertulia es donde C.G. de la Riega retoma el tema de Colón, animado por los tertulianos y por la aparición de nuevos documentos encontrados y aportados por D. Casto Sanpedro, continúa en solitario hasta su muerte con la idea de un Colón pontevedrés viendo ya con más claridad lo inverosímil de las fuentes oficiales.
El 20 de diciembre 1898 realiza una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid. La conferencia tuvo un gran impacto por lo novedosa e innovadora, pues hasta ese momento nadie discutía que Colón era genovés, aunque se sospechaba de muchos de esos documentos por falsos, la noticia de la nueva teoría llegó hasta muchos países Americanos e incluso algunos cambiaron sus libros de texto diciendo que Colón era Gallego por Pontevedra, tuvo un gran éxito y todo el mundo esperaba la publicación del libro, el libro se publico en 1914 y D. Celso murió un mes después de la publicación a la edad de 70 años, consiguiendo dejar tocada de muerte la concepción genovesa del Almirante, sus argumentos en contra de un Colón genovés son todavía hoy en día utilizados por todos los que defienden un origen distinto al oficial.
Una vez muerto, se organiza una cruzada con el fin de impugnar los documentos encontrados en los archivos de Pontevedra, la Academia de la Historia actúa de manera sospechosa y muy torpemente argumentado, publica un informe sobre los mismos, que quedará para el fin de los tiempos como la mayor vergüenza cometida por esta institución y sus firmantes.
Al tiempo que el apellido Colón aparece documentado en Pontevedra, otras pruebas van engrosando la historia de la tesis: La toponimia, muchos de los lugares y accidentes geográficos que Colón iba encontrando los bautizaba con los nombres lugares de las rías Baixas. El idioma, Colón no hablaba ni escribía en italiano, acostumbraba a hacerlo siempre en castellano pero con giros puramente gallegos. La gallega, la carabela que Colón escogió en su primer viaje La gallega dedicada a la Patrona de Pontevedra “Santa María” y que había sido construida en Pontevedra llevando mayoritariamente tripulación gallega.
Hoy por hoy la Tesis gallega es la más antigua después de la genovesa y la que más pruebas indiciarias acumula a su favor y en contra de todas las demás, a falta de una partida de nacimiento que nunca aparecerá, la ciencia empírica nos da la razón. La cantidad ingente de pruebas, coincidencias y testimonios que nutren la tesis gallega, son de por sí una prueba científica (empírica).
El ataque pos-mortem a las pruebas aportadas por Celso García de la Riega acometido por traidores despreciables, es rápidamente contestado por sus opuestos, a favor de la tesis gallega con multitud de libros, artículos y comentarios de personajes relevantes de nuestra cultura que quisieron apoyar públicamente su compromiso con la Tesis Gallega. Tan solo la Guerra Civil fue quien de silenciarlos.
Los libros a favor:
En 1977 Alfonso Philippot Abeledo publica en el Faro de Vigo su primer trabajo “Don Cristóbal Colón de Soutomaior”, con una teoría totalmente inédita, Colón y Pedro madruga el famoso noble feudal gallego y/o portugués son la misma persona. En principio parece una historia fantasiosa parecida a las teorías levantinas, pero resulta que las piezas del rompecabezas empiezan a encajar, el documental probatorio gallego crece sin parangón conocido y continúa.
Philippot nos dice: La importancia de estos hallazgos nos indujo a revisar el testimonio de Lucio Marineo Sículo, del año 1530, y de la propia Academia de la Historia, llegando a la conclusión de que su nombre de pila completo era Cristóbal Pedro, tal y como refleja la abreviatura del polémico documento de 1496: XPº de Colón. Por otra parte, la cita de Marineo, “Petrum Colonum”, viene corroborada por el reciente hallazgo de un texto del gran humanista y sacerdote portugués Gaspar Frutuoso (1522-1591) en su obra manuscrita “Saudades da Terra”, publicada hacia 1580.
Recientemente Rodrigo Cota, escribe su primer libro “COLÓN, PONTEVEDRA, CAMINHA”, donde aporta una visión esclarecedora de la verdad, pero entre todas las pruebas indiciarias que refleja en su libro hay una que todavía retumba en el oído de los sordos.
Rodrigo Cota: “Casi cinco siglos antes de que Celso García de la Riega presentara sus trabajos sobre el posible origen pontevedrés de Cristóbal Colón y Alfonso Philippot hablara de su teoría, que sostiene que el descubridor y Pedro Madruga eran una misma persona, ya circulaba en la corte un texto que mantenía exactamente la misma tesis.
A principios del siglo XVI, pocos años después de la muerte del almirante, el rey Carlos V recibió como regalo un manuscrito satírico realizado por Francesillo de Zúñiga, su bufón. Se trataba de una crónica burlesca sobre los personajes de la corte y en general de la nobleza española, se aireaban los trapos sucios de muchos de ellos y se hacían ‘afortunadas’ comparaciones entre personas y animales u objetos.
Los Bufones eran generalmente plebeyos y su trabajo consistía en entretener al rey y a sus cortesanos. Para ello contaban con licencia para decir las verdades que otros no podían, siempre que lo hicieran con gracia. Los problemas para Francesillo comenzaron a raíz de la obra que nos ocupa, pues muchos de los aludidos, lógicamente, no veían con buenos ojos saberse ridiculizados ante el rey por un bufón. Francesillo murió asesinado, según todas las fuentes, por orden de algún noble que le pudo perdonar que hubiera puesto por escrito información inconveniente.
Con el tiempo la crónica fue pasando de moda y las copias del explosivo manuscrito quedaron dormidas hasta el año 1855, en que el afamado editor Ribadeneyra incluyó el texto en un tomo recopilatorio titulado ‘Curiosidades Bibliográficas’.
Entre otras referencias a la familia Sotomayor destaca el siguiente párrafo:
«Iba también con su majestad monsieur de laxao, e contábale como don Diego de Sotomayor é el clavero de Alcántara e Rodrigo Manrique no tenían justicia para pedirle la encomienda mayor de la dicha orden, que él era aficionado a ser de ella, y más si le daban la encomienda mayor. Decíale también que don Diego de Sotomayor parecía hijo bastardo de Colón el almirante de Indias, é solicitador de la mejorada…»
Es preciso aclarar que Diego de Sotomayor de quien se dice «parece hijo bastardo de Colón» era en realidad hijo de Pedro madruga, lo que, como mínimo, demuestra que Francesillo y Philippot, con cinco siglos de diferencia sostenían que Colón y Pedro madruga eran una misma persona. También resulta sorprendente que Colón fuera el «solicitador de la mejorada», es decir, que era quien en vida había intermediado para que se le concediera a Diego de Sotomayor un ascenso, pues ¿qué hacía Colón ocupándose de un hijo de Pedro Madruga?.
Aunque los más escépticos puedan pensar que el testimonio de Francesillo puede ser resultado de una bufonada, deben tener en cuenta que toda la información que proporciona la obra sobre hechos y personas y, que hasta el momento se ha podido comprobar, se ajusta a la realidad. Así, cuando afirma en otros casos que alguien «parece hijo bastardo de alguien las genealogías confirman que realmente lo era. También los hechos que se narran son ciertos. La intención de Francesillo al escribir su obra no era la de informar al rey sobre personas o circunstancias que el rey desconocía. El rey sabía de sobra quién era cada quién y lo que había hecho cada cual. Lo que Francesillo hizo fue contar con humor la realidad pues a fin de cuentas se trata de una crónica, aunque sea burlesca. y poca gracia hubiera tenido para Carlos V leer hechos inciertos.
Pero hay más. El noble real del bufón era Francés de Navarra. El apellido Zuñíga (stuñiga) lo había tomado del duque de Béjar, Álbaro De Zúñiga y Sotomayor, a cuyo servicio había estado hasta ser reclamado por el rey. Y este sotomayor era pariente cercano de Pedro Madruga, y además ocupaba un cargo relevante en la orden de Alcántara, la misma en la que Diego de Sotomayor aspiraba a un encomienda, por lo que la información además de llegarle al bufón por su presencia constante junto a Carlos V, la obtiene de su cercanía a la familia Sotomayor.” Vuelvo a recalcar un pequeño detalle, Colón tuvo que nacer en algún sitio, de las teorías que existen solo una puede ser válida y en todo caso ninguna, habrá que conocer la verdad de un personaje de la transcendencia de Colón por encima de intereses oscuros, de momento las pruebas de adn han descartado claramente a tres teorías (genovesa, levantina y portuguesa). No se quiere cotejar el adn con muestras gallegas, a falta de una imposible partida de nacimiento (no era uso en la época) el coteje del adn será quien nos dé la razón o nos la quite como a los demás.
Nosotros, hace tiempo que superamos el debate sobre su lugar de nacimiento, nuestro convencimiento es absoluto. Nos dimos cuenta que al buscar en el lugar correcto todo encaja y resulta más fácil.
Fernando Alonso Conchouso