O Padre Aureliano Pardo (1956):
“Deseaba conocer el trabajo de Menéndez Pidal sobre el lenguaje de Colón, pero sufrí la mayor decepción con su lectura. Escribe obsesionado por la idea de alejar a Colón de Galicia y de España, y para ello afirma que no hay galleguismos en sus escritos y trata de borrar todo vestigio del idioma gallego en su lenguaje castellano, convirtiendo los galleguismos en portuguesismos de la manera más arbitraria. […] No podía sospechar que un hombre del prestigio de Menéndez Pidal descendiese a un plano tan bajo, […] y que admitiese a ciegas lo del Colombo lanero y descubridor, con sus documentos apócrifos y sus afirmaciones gratuitas y contrarias a la verdad y a lo que Colón cuenta de su vida en algunas de sus cartas a los Reyes Católicos. […] Yo no le quito el mérito que como filólogo pueda tener en su estudio de la lengua de Colón. Estará tal vez muy bien en la teoría, pero descendiendo al terreno de la realidad y de la verdad histórica son demasiado visibles y notorias las claudicaciones. Negar que existan galleguismos en los escritos de Colón […] Hacer una semblanza fantástica del mismo […] Citar como auténticas las cartas de Colón al Oficio de San Jorge de Génova y a Oderigo […] Vamos, que hay que ser un poquito despreocupado y otro tantico osado. Perdone, Sr. Presidente de la Real Academia Española! ¡Perdone si acaso se desliza un poco la pluma!” (Carta a Modesto Bará, de Pontevedra, data em Padrom em 9 de Fevereiro de 1956).
(1961, póstumo): “Lo menos que puede concederse, en buena lógica, es que las palabras gallego-portuguesas puedan llamarse indistintamente galleguismos o portuguesismos. Menéndez Pidal, al calificarlas exclusivamente de portuguesismos, da a entender que desconoce el idioma gallego o que, si lo conoce, prescinde en absoluto de su conocimiento para formular su juicio sobre el lenguaje de Colón” (Vida Gallega (Vigo) 1961).