Dos gallegos, una misma identidad

En un ‘flashback’, el investigador Modesto Manuel Doval Montes viaja a la era de Cristóbal Colón. O a la época de Pedro Álvarez de Sotomayor, ya que, tras un estudio exhaustivo del tema, puede concluirse que eran la misma persona. Su teoría, con más de cien años de evolución, se divide en dos partes: en la primera, Doval habla sobre la relación del noble con la mar y la guerra. En la segunda, traza un boceto de su vida conventual y familiar mediante una caligrafía que demuestra su auténtica identidad.

 

Dos gallegos, una misma identidad
Dos gallegos, una misma identidad

Algo que no deja lugar a dudas es que Cristóbal Colón procedía de la nobleza; era natural de los reinos de Castilla, (lo asegura la reina Isabel la Católica, entre otros datos); escribía con giros gallegos, conocía perfectamente las costas de Galicia principalmente las de Pontevedra, tenía tratos con la alta nobleza portuguesa.

Por eso, hay que buscar a algún noble con estas características: un noble súbdito de los reinos de Cas­tilla, de origen gallego, que se des­envuelva entre Portugal y el Sur de Galicia (Pontevedra), que además era el único lugar del mundo don­de existía el apellido Colón. Gracias al trabajo de historiado­res e investigadores hoy se sabe que Pedro Álvarez de Sotomayor mejor conocido como ‘Pedro Ma­druga’ era Cristóbal Colón. Noble en dos regiones Galicia y Portu­gal, Conde de Camiña (Portugal), Señor de Sotomayor, Mariscal de Bayona y Vizconde de Tai (Ponte­vedra, Galicia).

Pedro Álvarez de Sotomayor (Cris­tóbal Colón) y su hermano Joáo Gongalves de Sotomayor (Bartolo­mé Colón), eran hijos bastardos de Fernán Yáñez (Eannes) de Soto- mayor, fruto de sus relaciones con Constanza Gongalvez de Colón. Tenían dos medios hermanos, uno por parte de su madre, -de nombre Diego Colón-, y otro por parte de su padre -de nombre Alvar Páez de Sotomayor- (heredero legitimo de la casa de Sotomayor).

Cristóbal Colón tenía conocimien­tos de latín y de las sagradas escri­turas, por haber sido seminarista, entre 1440 y 1446, por deseo de su padre Fernán Yáñez de Sotoma­yor. En 1446 cambia los libros por la espada y la navegación.

Su hermano Don Alvar Páez de Sotomayor, heredero de la casa de Sotomayor, sin tener descendencia y antes de morir, consiguió de En­rique IV -en 1468- la legitimación en orden de sucesión en los bienes y derechos de la casa Sotomayor, a favor de su medio hermano Pedro Álvarez de Sotomayor. Ala muerte de Alvar Páez de Sotomayor en las revueltas Irmandiñas, Pedro toma posesión de la casa Sotomayor; re­cuperando el patrimonio familiar perdido por la revuelta y aumen­tando su señorío. Convirtiéndose en uno de los señores feudales con más poder de la época.

Durante la guerra de sucesión en­tre Isabel de Castilla (la Católica) y Juana de Castilla (la Beltraneja), apoyó la causa de Juana y de Por­tugal. Al ganar la guerra Isabel la Católica, le despoja del señorío de Sotomayor, y Pedro A. de Sotoma­yor se refugia en Portugal.

Cristóbal Colón aparece cuando desaparece Pedro Álvarez de So­tomayor, en una supuesta y miste­riosa muerte que nadie investigó. Ni apareció cadáver alguno, ni sus hijos y descendientes reclamaron la herencia ni su testamento. Cu­riosamente, posterior a la fecha atribuida a su muerte, se han en­contrado varios documentos en donde se confirma que está vivo (pleitos, reclamaciones de deu­da, etc.). Por los escritos que dejó Cristóbal Colón, se puede ver que los personajes son el mismo. Co­lón decía que la forma de vivir de sus antepasados fue el de merca­derías por la mar; como los Colón de Pontevedra, que eran merca­deres. Todos relacionados con las actividades marítimas de aquella época. Su padre, Fernán Yáñez de Sotomayor, era un importante armador de Pontevedra, tenía la capitanía de barcos propios, de mercancías y de ‘al corso’ y están relacionados con los de Colón de Pontevedra.

Colón decía que vivió de las ar­mas, Pedro Álvarez de Sotoma­yor se enroló como mercenario, adiestrándose en el manejo de las armas.

Colón decía que estuvo veintitrés años en la mar y de Pedro Álvarez de Sotomayor se comprueba que estuvo veintitrés años en la mar. Hay constancias que justifican a Pedro A. de Sotomayor sus cono­cimientos náuticos y su ausencia de 23 años. Existen varios docu­mentos y cronistas de la época que avalan estos hechos; entre otros, Vasco De Aponte que nos dice “Pe­dro Álvarez de Sotomayor llega a Galicia con muchas riquezas por sus correrías marítimas y grandes alianzas portuguesas” o como nos narra L. Ferreiro: “una vez libera­do de la tutela de Fray Esteban de Soutelo, en 1446 “cambió los libros por la espada”, y en 1469 regresó a Galicia después de veintitrés años de ausencia”

Parte II: Vida conventuallEl fraile Diego de Deza estudió junto con Pedro A. de Sotomayor, y fue de los que más ayudo a Colón en su empresa del Descubrimiento.

El Cardenal de Toledo -que tam­bién lo ayudó- era pariente de los Sotomayor. Los amigos de Colón son también los amigos y valedores de Pedro Alvarez de Sotomayor. Los enemigos de Colón que siem­pre lo estuvieron fustigando son curiosamente los enemigos de Pe­dro A. de Sotomayor.

El comportamiento de Pedro Ál­varez de Sotomayor a los que sus enemigos lo tenían por cruel, es igual que el comportamiento de Colón.

Pese a lo que muchos creen, Colón era cruel y déspota como lo ase­guran sus marineros y contempo­ráneos; que es el clásico compor­tamiento de un señor feudal de la época.

Lucio Marineo Siculo (capellán y confesor de los Reyes Católicos), que conoció en la Corte a Colón, escribe un libro contando todo lo relacionado con la ‘gesta del des­cubrimiento’ y en un párrafo refi­riéndose a Colón, lo nombra como Don Pedro Colón. Al igual que el historiador portugués Gaspar Fructuoso, también contempo­ráneo a Colón, lo llamaba Pedro Colón, la propia Academia de la Historia llega a la conclusión de que su nombre de pila completo era Cristóbal Pedro, como se refle­ja en la abreviatura del documento de 1496: XP° de Colón. Los prime­ros nativos americanos que llevó Colón a Europa los bautizó con los nombres de Cristóbal y Pedro. Felipa Muñiz, quien tuvo un hijo de Cristóbal Colón, era prima de Teresa de Távora, mujer de Pedro Álvarez de Sotomayor; de la que se separó después de exiliarse en Portugal. Colón escribió a los Reyes una carta donde dice que “dejo tierras, mujer, e hijos” al desplazarse a Castilla, pero si lo acompañaba su hijo Diego y su otro hijo Hernando todavía no había nacido, y además que ya no tenía mujer ¿a quién se refería?. Sin lugar a dudas, a la familia que dejó en Galicia.

Colón nos dice que tenía otros hijos, en una carta que le escribe a su hijo Diego desde Sevilla el 1 de diciembre de 1504. Le hace re­ferencia al cuidado de otros diez hermanos “… Diez hermanos no te serían demasiados, nunca yo fallé mayor amigo a diestro y sinies­tro que mis hermanos…”. Pedro Álvarez de Sotomayor tuvo con Teresa de Távora nuevo hijos que sumados al que le nació de Beatriz Enríquez, serían los 10 hermanos de Diego.

Cristóbal Colón veló por los hijos de Pedro A. de Sotomayor a excep­ción de Álvaro de Sotomayor, al que Pedro A. de Sotomayor había desheredado.

En la corte de Carlos V existe un texto que menciona a Diego Soto- mayor el hijo de Pedro A. de Soto- mayor, como hijo de Colón.

La críptica firma de Colón es el árbol genealógico de Pedro A. de Sotomayor.

Pedro Correa de Acuña era cuña­do de Pedro Álvarez de Sotoma­yor y es conocido como cuñado de Colón

Colón afirmó que conocía los secretos más celosamente guar­dados de Portugal, Pedro A. de Sotomayor, era del pequeño gru­po de personas que conocía esos secretos.

El primer lugar donde fue en­terrado Colón pertenece a la fa­milia “de la Cerda” familiares de los Sotomayor, es el mismo lugar donde enterraron a Fernán Yáñez de Sotomayor, padre de Pedro A. de Sotomayor.

La segunda sepultura de Colón se hizo en Sevilla en el monasterio de la Cartuja junto a unos primos de Pedro A. de Sotomayor.

Se han realizado serias investiga­ciones sobre la escritura de Colón, el 14 de octubre del 2009 se dio a conocer un descubrimiento asom­broso; y gracias al adelanto tecno­lógico, la perito calígrafo y grafo psicológica Teresa Torres Legarre- ta realizó un estudio comparativo de la escritura de Cristóbal Colón y Pedro A. de Sotomayor (Pedro Madruga).

La perito calígrafo mostró con gráficos y superposiciones de es­crituras, cómo las formas de las letras son muy similares en ambos personajes. Tantas coincidencias son una prueba más de que se tra­ta de la misma persona.

Las investigaciones de la perito fueron comunicadas a la Univer­sidad de Barcelona para la revi­sión del estudio y los expertos calígrafos coinciden en que apa­recen todas esas similitudes entre las letras y sus formas. Lo que no deja lugar a dudas: Pedro A. de Sotomayor y Cristóbal Colón es la misma persona.»

 

Publicado en el Diario de Pontevedra el domingo, 9 de diciembre de 2012

Por Modesto Manuel Doval Montes

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