(Diciembre de 2018, publicado en la revista Anduriña, Órgano
informativo del Centro Gallego de México A.C.)
Fue hace más de un par de años cuando una noticia inesperada
sorprendió a Galicia entera.
Se trataba del caso de un hombre de 52 años de edad que, en
la madrugada del 21 de octubre de 2015, sufrió un infarto de tales dimensiones que
los médicos que lo atendían en esos momentos lo dieron por muerto.
Inesperadamente –cuando ya la funeraria venía en camino- le
encuentran síntomas vitales, lo reaniman y vuelve a la vida tras permanecer
dieciocho días en estado de coma.
Su corazón quedó tan lesionado que solamente pudo funcionar
con una capacidad del treinta por ciento.
Su nombre era Modesto Manuel Doval Montes y había nacido en
la Ciudad de México el 6 de marzo de 1963.
Fue a partir de tan extraña experiencia en la cual, según
sus propias palabras, “sintió una paz inmensa”; paz que le impulsó a dar un
mensaje de tranquilidad a quienes ven con temor el fatal momento de la última
hora: “Estén todos tranquilos. Si uno no regresa es que se está muy bien allí”.
El caso es que, a partir de ese momento, Manuel Doval
valoró, como nunca antes lo había hecho, esas cosas pequeñas de la vida que son
las verdaderamente importantes.
Tomado del brazo de su esposa María del Carmen Domínguez
Carrera –con quien procreó a su hija Paulina; Manuel supo tomar conciencia de
cuáles son los auténticos valores que le dan sentido a la vida.
Sin embargo, su destino estaba escrito: Un segundo infarto,
ocurrido el 11 de junio de 2017 –cuando acababa de celebrar sus Bodas de Plata
matrimoniales -fue el que se lo llevó para siempre.
La singular experiencia sufrida por este emigrante gallego –cuyas
raíces se encuentran tanto en Mourente como en La Lama- es razón más que
suficiente para que le dediquemos el presente comentario.
No obstante, en el caso de Manuel Doval hay mucho más puesto
que se trató de una persona fuera de lo común.
Como antes dijimos, nació en la Ciudad de México y comenzó
su vida laboral trabajando con su padre en la fábrica de gabinetes, “Miguel” ubicada
en la Colonia Agrícola Oriental.
Un hombre de iniciativa, dinámico y con don de gentes,
prendas que mucho le ayudaron en sus relaciones humanas puesto que gran parte
de su vida trabajó como agente de ventas.
Si hablamos de sus aficiones, diremos que su gran pasión fue
siempre el futbol: En el Centro Gallego de México jugó en los equipos Nieva y
Seijido, recibiendo varios trofeos por ser el portero menos goleado.
Ahora bien, aparte de todo lo anterior, en el caso de Manuel
Doval existe algo más que nos llama la atención.
Este hombre que murió dos veces tuvo siempre una pasión:
Galicia.
Y ese amor por Galicia acabó dando frutos que le sobreviven
después de muerto: Sus libros.
Como todo buen historiador –eso era Manuel Doval- se dedicó
en cuerpo y alma a investigar todo lo relativo con su lugar de origen con el
entorno de emigrantes que vinieron a México y –su obra cumbre- la controvertida
cuestión acerca del origen gallego del Descubridor de América.
Como herencia a todos los que amamos a Galicia, Manuel Doval
nos dejó las siguientes obras:
“LEYENDAS E HISTORIA DE LA LAMA Y SUS PARROQUIAS”.
Obra en la cual hace un pormenorizado estudio de dicho
municipio pontevedrés abarcando desde la Prehistoria hasta nuestros días.
“LA EMIGRACION GALLEGA EN MEXICO”.
Obra en la cual estudia –también a fondo y con gran detalle-
como ha sido la presencia de los gallegos en este país desde tiempos de la
Conquista hasta nuestros días. Manuel Doval, en un gesto de hombría de bien,
nos concedió el honor de que escribiésemos el Prólogo.
“CRISTÓBAL. COLÓN. SEÑOR FEUDAL GALLEGO”.
Continuando los estudios que el historiador pontevedrés
Celso García de la Riega iniciara hace un siglo, Manuel Doval insiste en la
misma tesis: Cristóbal Colón nació en Galicia.
Tesis que dio origen a un libro y que publicó en forma de
artículo en el número 69 de la revista ANDURIÑA en mayo de 2012.
Ciertamente que Manuel Doval fue siempre un apasionado de su
querida tierra gallega donde, finalmente, está sepultado.
Pero no menos cierto es que, dejando a un lado cualquier tipo
de apasionamiento, nuestro personaje sostiene su tesis apoyándose en los siguientes
argumentos:
Que el único lugar del mundo de aquella época en
donde se encuentra el apellido “Colón es Pontevedra.
Que el descubierto de América escribía en
gallego sus cartas y bitácoras, tanto así que, cuando no encontraba el término
adecuado en castellano, utilizaba una palabra gallega.
Los nombres que utilizó Colón para bautizar las
tierras recién descubiertas coinciden por centenares con los nombres de las
costas gallegas. Ejemplos: Tenemos un río Xallas, en Jamaica; una Punta Lagoa,
en las Bahamas; una Punta Moa, en Cuba, etc. Etc. Etc.
Y esto solamente puede hacerlo alguien que
conozca las costas de Galicia –especialmente las de Pontevedra- con la misma
precisión con que se conoce la palma de la mano.
La carabela “Santa María” –también conocida como
“La Gallega” fue construida en los astilleros de la Moureira.
Aún es hoy el día en que, a orillas del río Lérez,
se alza un monumento recordando cómo allí fue construida la carabela que era
nada menos que la nave capitana de Don Cristóbal.
Y muchos más elementos, algunos tan curiosos
como afirmar que Colón pertenecía a la nobleza gallega y que tanto él como el
legendario Pedro madruga eran la misma persona.
Una obra muy especial, que
reanima una vieja polémica y que desbarata versiones tan disparatadas como las
que afirman que Colón nació en Génova (Italia), que era griego, judío, catalán
o de la nacionalidad que pudiera ocurrírsele a cualquier improvisado charlatán.
Quienes defienden como lugares de
origen cualquiera de los mencionados, no aportan los datos serios y
contundentes que Manuel Doval –siempre de la mano de Celso García de la Riega-
aporta en su obra.
Cuando llega el momento fatal de
la muerte, muchos se presentan ante ella con las manos vacías o sé que ha
caminado por la vida sin aportarle a las generaciones del futuro algo digno de
recordarse.
Algunos han tenido poder, otros,
dinero y unos cuanto han sido poseedores de una vasta erudición; bienes
valiosos que solamente los han ensoberbecido. Sin embargo, una vez que han
bajado al sepulcro – y tras algunos años transcurridos- ni sus nietos se
acuerdan de ellos.
No ocurre así con Manuel Doval
quien –después de aquella experiencia en los umbrales del más allá- se fue para
siempre cuando, por madurez en plenitud (54 años de edad) podíamos esperar de
él los mejores frutos.
Un hombre que, aunque pasen
muchos años –gracias a las obras que nos deja como herencia- su nombre será
siempre recordado.
Especialmente dentro de esta
comunidad gallega a la que tanto amó y a la cual ofrendó gran parte de su vida.
Un hombre que continúa con vida a
pesar de haber muerto dos veces.
Se ha ido de entre nosotros un
hombre que es muy probable que, al pasar más allá de las brumas de la muerte, con
sorpresa haya visto como salió a recibirlo nada menos que el Almirante Don
Cristóbal.
No dudamos que Colón le haya dado
un abrazo muy efusivo y que –en medio de esa paz que supone estar ya fuera del
tiempo- haya platicado con él aclarándose sus dudad al revelarle ese gran
secreto que continúa siendo una incógnita para el común de los mortales: ¿Era gallego Cristóbal Colón?
La tesis del Colón de Porto Santo en Poio ha cobrado auge estos últimos años ya que es la tesis más documentada de todas las que se atribuyen su nacimiento. Y aunque también podemos preguntarnos ‘qué más da de dónde sea’, se trata del personaje histórico que cambió el destino del mundo, para bien o para mal. Sobre este asunto también cabría preguntarse si es tan importante saber todos los detalles sobre la vida de los neandertales, o si existió o no la Atlántida. La tesis gallega cuenta con más de cien años de historia y se sustenta en varios aspectos. Pontevedra es el único lugar del mundo en el que existe el apellidoColón en documentos en papel antes, durante y después del descubrimiento; en documentos en piedra en la capilla en la basílica de Santa María, en el cruceiro de la casa que conocemos como ‘de Colón’ por tradición oral y que pertenecía a la finca de La Puntada, propiedad de un descendiente de Colón (Duque de Veragua); por las más de 150 palabras luso-galaicas con las que bautizó el Nuevo Mundo (y muchas exclusivas de Galicia), porque no hablaba italiano y sí castellano como lo hablaría un gallego de la época; por la construcción de ‘La Gallega’ en el Arrabal de la Moureira, y un largo etcétera que, como si de la investigación de un crimen se tratara, demuestran una cantidad tal de indicios que en un juicio se considerarían en su conjunto como una prueba.
Lo que sí sabemos es que ‘Crisóforo Colombo’ y Cristóbal Colón son dos personas distintas y que Colón quiso ocultar su origen. Pocos años después de la muerte del almirante, Carlos V recibió como regalo un manuscrito satírico realizado por Francesillo de Zúñiga que decía así: «Decíale también que don Diego de Sotomayor parecía hijo bastardo de Colón el almirante de Indias, é solicitador de la mejorada», ahí queda eso.
Y mientras esperamos eternamente a que alguien termine las pruebas de ADN para salir de dudas, gracias al voluntarioso trabajo de eruditos e historiadores ha llegado hasta nosotros un profuso legado sobre su origen.
Sobre el autor que nos ocupa, Modesto Germán Bará Álvarez nace en mil ochocientos noventa y cinco en la calle Isabel II de Pontevedra y es el segundo de cinco hermanos. Se casa en 1922 con Irene Temes Diéguez, natural de Cambados de una familia de dieciocho hermanos, con la que tuvo cinco hijos.
Periodista del ‘Diario de Pontevedra’, propietario de ‘La Raza’, el azote de los políticos, y fundador de la revista Hebe y Alborada. Empieza su etapa coloniana en los años cincuenta publicando en El Pueblo Gallego «La patrona de Pontevedra y Cristóbal Colón», «Descendientes verdaderos de Colón tuvieron bienes en Pontevedra» entre muchos otros.
En 1957 termina de escribir el libro ‘La patria de Colón. España’, que el viernes se presenta bajo el título «Pontevedra: El verdadero origen de Cristóbal Colón». Libro que permaneció inédito desde esa fecha hasta hoy.
El evento nos reserva alguna sorpresa y además por cortesía de la Bodega Viña Costeiratendremos la oportunidad de degustar ‘First One’, un Ribeiro exclusivopara el mercado norteamericano: «El vino se ha etiquetado a raíz del descubrimiento, en elArchivo de Simancas, de un documento del Siglo XV que demuestra que el vino que se llevó Cristóbal Colón en su primer viaje a América era un Ribeiro».
Evidentemente, tenemos una obligación ineludible, recordar y perpetuar a tudenses ilustres y ejemplares, siendo ahora el caso, del Apóstol del regionalismo gallego, Justo Eliseo Areal, tudense erudito, historiador, escritor, periodista, poeta y genial pintor. Sí; J. Areal, se muere joven en la ciudad del Olivo, no habiendo cumplido los cuarenta años; un hombre bueno, dotado con los dones que dan a la vida el derecho de una larga existencia que, en este caso, fue rota por la fatalidad y la desgracia.
Justo E. Areal, había nacido en Tuy, el 14 de Junio de 1862, pasando aquí su infancia, con la triste circunstancia de ser, ya antes de nacer, huérfano de padre; suceso que le hizo vivir con su madre, su niñez y juventud en la ciudad episcopal; sintiendo la excelsitud del dolor y sin el apoyo de nadie para tomar asiento en las aulas universitarias. En la soledad de su casa, fue acostumbrándose para luchar en este mundo de zozobras, donde se forjan las virtudes de la gloria y se evapora la esperanza.
En el año 1880, a los dieciocho años, Justo Areal, deja la ciudad tudense, sentando plaza en madrid, en el regimiento de infantería de Granada número 34, siendo escribiente de la dirección general del Ministerio de Guerra. Su espíritu democrático le llevo a la milicia, entendiendo que el uniforme de los defensores de la patria, no abdicaba de su voluntad, de su conciencia de ciudadano en defensa del honor, el derecho, la libertad y la justicia y, de modo alguno, para servir de guardia pretoriano al despotismo ó entronizar políticos ambiciosos… pensamientos que le hacen comprometerse en la sublevación de Badajoz, siendo expulsado del ejército en Marzo de 1884, comprobándose así, que las ideas de un espíritu noble, no encuadraban con los estrechos moldes de los deberes de una disciplina ciega y brutal, que le imponía pisotear los deberes de sus anhelos y esperanzas… de ahí que, cuando se le auguraba en su incipiente carrera un porvenir risueño de honores, se trunca por una inmediata separación del ejército, con la expulsión definitiva. Lo cierto, que este contratiempo, templó su carácter para la lucha y, mudando de medio, recurre con inclinación decidida por el periodismo, cambiando la espada por la pluma, para trabajar sin descanso, por el programa de una idea salvadora de su patria gallega; es el comienzo de sus colaboraciones en difrentes diarios y revistas, con artículos en los que canta las glorias de Galicia y de manera particular, de su querida ciudad tudense, donde se casa y queda viviendo cinco años, mientras defiende su casa, con el trabajo comercial con distintas representaciones extranjeras de aparatos y accesorios de ortopedia. Es un trabajo que le obliga a viajar, posibilitándole el conocer y admirar con entusiasmo de artista, arqueólogo e historiador, las ruinas del acueducto de Mérida; la hermosísima catedral de León; la noble de Burgos y otras muchas poblaciones y monumentos de España, a las que más tarde dedicará interesantes trabajos.
La noticia de su prematura muerte, está reflejada en el gran número de notas necrológicas de prensa de la época, donde se reitera su gran corazón y nutrida inteligencia, que se había unido, dicen, para hacerle brillar entre los más destacados escritores y periodistas regionales.
Recordaré que Justo Areal, sentía predilección por los estudios históricos de nuestra Galicia, publicando trabajos heráldicos y de arqueología y, sobre todo, temas de diferentes efemérides de nuestra tierra, acogidas por la mayoría de la prensa con muchos elogios, con una crítica que hacía justicia al merito de sus trabajos.
En el libro «Corona fúnebre a Justo Eliseo Areal» publicado en Argentina en 1937, en su es crito: «Areal pintado por si mismo», entre otras cosas dice: «Sólo tengo dos actos en mi vida que, eso sí, me llenó de orgullo al considerarlo y de placer al recordarlo. En Badajoz (en el Gudiana) salvé la vida al cabo, Fernando Cueto y a un soldado llamado Ferreu, ambos de mi regimiento, que sin mi auxilio hubieran perecido en las pantanosas aguas del río. Por este accidente me llevaron al hospital, donde estuve tres meses muy enfermo, todo por el grandísimo esfuerzo que había hecho. No conseguí la cruz de beneficencia porque fue cuando el general sorprendió la lista de sargentos y cabos que estábamos comprometidos, y me dio la licencia para el depósito de Tuy, con una nota de sospechoso…»
Justo E. Areal, fallece en Vigo el 8 de Julio de 1902, lo que hace que con destellos luminosos de la intelectualidad gallega se le perpetúe su acendrado amor a Galicia, así se reitera en distintas publicaciones, periódicos y diarios, como «El Noroeste y «Revista Gallega de La Coruña»; «La Integridad» de Tuy; «El Independiente» , «La Concordia», «Faro de Vigo», de Vigo; «La Correspondencia Gallega» de Pontevedra; «El Eco de Galicia» de Buenos Aires; «La Idea Moderna» de Lugo; «El Pueblo» de Santiago del Estero (Argentina); «El Correo Español» de Buenos Aires y «La Defensa» de Loreto (Argentina).
Es necesario y de toda justicia recuperar para nuestra ciudad el importante nombre de Justo Eliseo Areal, hijo de Tuy y creador de la defensa de la región gallega autónoma.
“El enigma del Gran Almirante”, fue su última obra póstuma, representa una serie y exhaustiva investigación sobre el posible origen gallego del Cristóbal Colón. La obra se consiguió publicar después de 25 años de haber sido finalizada, gracias a la Colaboración participativa y altruista de algunas personas comprometidas con honestidad en la divulgación del Colón gallego.
Josefina investigó durante años porqué Cristóbal Colón ocultó su patria. Llegó a la conclusión de que era Galego y en este libro intenta demostrarlo y descubrir el porqué de su ocultamiento.
Finalista del Premio “Pérez Lugín” en 1981;
Finalista del Premio “Planeta” en 1979,
Autora de las Biografías del poeta Francisco Añón y de Benito Vicetto, etc.
Artículos sobre Colón y su defensa del origen gallego:
La escritora coruñesa, Josefina López de Serantes, intervino ayer en la “Semana Culturar . Diario de Pontevedra.
«Hay pruebas y documentación suficiente para creer que la tesis de «Colón pontevedrés», tiene fundamento»
PONTEVEDRA. (José María MUÑOZ) – Viernes, 9 tíe octubre de 1987
La escritora coruñesa Jo- 6ctma López de Serantes, intervino en la tarde de ranetas organizadas con roo ayer en el ciclo de confeti vo de la «I Semana Cultural» por la Asociación Cristóbal Colón, de Porto- santo, que en honor del Almirante de la Mar Océana, Ge viene celebrando en el Monasterio Merced ario de San Juan de Poyo.
Ante un numeroso auditorio, la conferenciante íue presentada por la tesorera de la Asociación organizadora, Maria Penóla Valladares, que realizó una semblanza de la escritora desdo su perspectiva de articulista y biógrafa, a la que agradeció su presencia en esta Semana Cultural.
A continuación relató los motivos que la indujeron a comenzar su trabajo sobre la creencia de Colón gallego. Fue su padre, Jesús López Castiñeira, emigrante en América, colaborador de «La Tribuna», junto a Blasco Ibáñez, Julio Camba, Azorín, los hermanos Quintero, etc., el que, a través de las páginas de la revista, que se proclamaba «Defensora de los derechos de la Patria», en su númeiro del día 12 de octubre de 1919, en un trabajo titulado «Dón de nació Colón», bailó diferentes tesis, en las que se pronunciaba la españolidad del descubridor, no faltando entre ellas, la conocida de Celso García de la Riega. «Vino el matrimonio —continuó diciendo— y aun que no olvidado dd todo, el tema Colón quedó un poco alejado de mi vida. Ahora son los hijos los que me empujan a continuar este trabajo, por lo que tengo entregado a la editorial una biografía sobie el Almirante, que lleva el título de esta charla, «Cristóbal Colón, emigna y misterio». Primero fue mi padre, a instancia mía, cuando le pregunté por la figura del descubridor. Y llevé la tremenda sorpresa de que parecía ser que Colón era español, cuando todos por aquel tiempo creíamos ciegamente que era genovés, y ahora son los hijos, como decía anteriormente».
Tras hablar de fechas, datos, lugares y documentaciones que prueban la nacionalidad española y gallega de Colón y tiran por tic rra las tesis genovesas, mostró su contrariedad al ver cómo hay gallegos, incluso, que se oponen a esta realidad. Y precisó que aho ra más que nunca, es cuando so necesitaba la colaboración de los distintos estamentos oficiales, organismos públicos y entidades particulares,, para demostrar a todo el mundo la verdad de uno de los hechos que se han perdido a lo largo de los siglos, en parte, por desidia de mu- dios que los tenían que defender con todas sus fuerzas.
Una larga ovación premió la interesante intervención de la señora López de Se rentes, que, a continuación, recibió una artística meto- pa como recuerdo de la jor nada, y unos ramos de flores, de manos de la concejal-delegada de Cultura del Ayuntamiento, Maria del Carmen Torres Castiñeira, y una pareja de niños, ataviados con el traje gallego, respectivamente.
Previamente, sostuvimos una breve conversación oon la escritora conferenciante que, amablemetne, respondió de esta forma a nuestras preguntas:
—¿Cree usted que la tesis de Colón pontevedrés tiene fundamento?
—Yo creo que sí, y así lo expongo en mi intervención: hay pruebas y docu- |ncnt ación suficiente que avalan la teoría <fe García de la Riega. Lo qíle resulta chocante es que continúe habiendo muchos españoles y gallegos que no lo consideran así. Yo pienso lo con trario. y en mi libro sobre d Almirante dejo bien claro que las pretensiones genovesas carecen de fundar mentó
—¿Cuál es el principal enigma de Cristóbal Colón?
—Pienso que su principal enigma continúa siendo su naoimiento Su raza judía está suficientemente demos trada, incluso por historiadores de la talla de Salvador de Madariaga. Esto viene a demostrar, que Colón diciendo, por entonces, que era judío y gallego, era prácticamente no ya conseguir su empresa, ni siquiera proponerla a los Reyes Católicos, de ahí tener que ocultar su lugar de nacimiento, lo que resulta comprensible.
—¿Qué le parece la idea de la Asociación Cristóbal Colón de reivindicar para Portosanto el lugar de su nacimiento de cara, sobre todo, al V Centenario del Descubrimiento?
—Francamente, me parece extraordinaria; es una pena que esta iniciativa no se vea apoyada a más altos niveles, sobre todo por la Academia Gallega; repito que existen muchas pruebas de que Colón nació en Galicia, en la misma Iglesia de Santa María de Pontevedra. sin ir más lelos, y pienso que de cara al aniversario dd V Centenario del Descubrimiento del Ni* vo Mundo, es la ocasión única para reivindicar d lu gar de origen y d honor de que ésta sea la tierra que vio nacer al más grande marino de la Historia. Per der esta ocasión sería lamentable para Galicia y pa ra España.
—Muchas gracias por sus declaraciones y bienvenida.
CONFERENCIA PARA HOY
El arqueólogo e historia dor lucense, nacionalizado en Venezuela, Pablo Novoe Alvarez, intervendrá en la tarde de hoy. con una interesante conferencia titulada «América Precolombina la Cultura Maya» La entrada, como de costumbre, es rom pletamente libre, dando o- mienzo a las ocho de la tarde, en una de las sala# dd Monasterio de Poyo.
Más sobre Colón gallego
En primer lugar agradecemos a Xosefina López de Serantes el trabajo ímprovo y desinteresado, al borde del altruismo imposible, pues conozco la situación económica de esta gran escritora gallega.
Grande por sus obras y escritos y grande por su personalidad y enorme generosidad. Digna, bondadosa en extremo, como solo las gallegas son capaces de serlo. Madre de 7 hijos, esposa sufrida, que sonrie a la vida cuando su compañero gravemente enfermo, muestra un momento de normalidad en su estado fisico.
Seguidamente, disculparnos por haber omitido su firma al pié del artículo, cosas de imprenta… ella ni siquiera nos llamó la atención en su última carta, mejor, nos felicita por nuestro trabajo, enviándonos al mismo tiempo un recorte de periódico sobre un artículo del periodista J.M. Laredo especialista en cruzeiros gallegos. ¡Gracias Doña Xosefina !
De este artículo extraemos las lineas siguientes :
Este ejemplar que para hoy hemos dibujado da y dió lugar a polémicas y discusiones entre eruditos más que ningún otro, y es debido a su inscripción : « Juan Colón R° año 1490 ».
Se encuentra en Portosan- to muy cerca de Pontevedra. En el comienzo de la carretera C550 camino de Sanxen- xo, baja por la izquierda un camino ; doblando a la derecha se encuentra la Casa de Colón.
La obra en sí no reviste una importancia excepcional aunque resulta muy original su estructura. Se compone de un pedestal cúbico donde se aprecian claramente dos huesos cruzados, una columna monolítica y, colocada sobre ella, una cruz decorada pero desnuda de figuras. Las formas y dimensiones de esta cruz, curiosas e infrecuentes, hemos procurado reflejarlas en nuestro dibujo.
Dos, son los problemas que plantea esta obra : fecha, y apellido Colón. Joséfina Lopéz de Serantes dice que Prodencio Otero descubrió la inscripción (ahora ilegible) y que el arqueólogo Luis Go- rostolo la descifró a principios de siglo, tal como la hemos transcrito mas arriba.
Nosotros pensamos — continua el periodista — que se leía textualmente : « Joan Colón R año 1490 ».
En otro apartado dice, – El estilo de la obra, la decoración de su cruz especialmente y también la carencia de figuras, nos permite admitirlo como del siglo XV, además de la opinión de conocidos eruditos.
El otro de los problemas, llamativo y polémico al mismo tiempo, se refiere al apellido Colón y su relación con el navegante universal; pensamos que las ideas de Celso García de la Riega no son tan disparatadas como algunos quieren ver. De ser genovés, ?Por qué el especial Ínteres en ocultar su origen ? No tendría problemas al ofrecer sus servicios al Rey Aragonés y casi italiano Fernando ; sí los tendría con Isabel de presentarse como judió o gallego, esto si seria motivo de cualquier mal para Cristóbal Colón, termina escribiendo J.M. Laredo.
M. Lopéz de Breogan
Cristóbal Colón: el gran almirante que ocultó su origen gallego
La escritora coruñesa Josefina López, guiada por el afán investigador que heredó de su padre, resuelve el enigma sobre el origen gallego de Colón en su última obra, que verá la luz a finales de verano.
En el tiempo en el que gallegos y judíos eran perseguidos, hubo un hombre que ocultó su origen. Tenía en mente alean zar la gloria para su tierra y cumplir con el destino para el que había sido llamado. Se presentó, por ello, a los Reyes Católicos como Cristóbal Colón, el genovés…
La escritora coruñesa Josefina López ha pasado buena parte de su vida persiguiendo un objetivo: devolver al navegante a su tierra y desmentir su falsa nacionalidad.
Un sólo origen
Cerca de 500 páginas noveladas y, a la vez, empapadas por datos, documentos y análisis avalan el origen gallego de Colón. Un profundo trabajo que pretende resolver “El enigma del gran almirante».
Y si no era genovés, dónde nació el intrépido marino. Josefina López, al igual que el ilustre historiador Celso García de la Riega y muchos otros, defiende a ciencia cierta que Cristóbal Colón llegó al mundo en la parroquia pontevedresa de San Salvador de Poio.
La novela, que será publicada en gallego a finales del presente verano por el Real Coro Toxos e Froles de Ferrol, mostrará las pruebas que permiten creer en esta teoría.
las pruebas
Josefina López adelanta para El Ideal Gallego algunos de los indicios que recoge en su obra.
Colón nunca escribió en genovés, ni siquiera en sus conversaciones epistolares con el geógrafo Paolo Toscanelli, cuando aún estaba en ciernes su vizye a América (ambos creían que la tierra era redonda). No podía ser genovés porque desconocía esta lengua. Pero por qué ocultó su origen gallego y judío: porque en ese tiempo los galaicos eran perseguidos y despreciados; porque, sobre todo, la internacionalidad del navegante era un aval si los Reyes Católicos decidían patrocinar su empresa.
Hasta su apellido. Colón, sólo puede ser gallego (aumentativo de colo, que significa cuello).
Un viaje en gallego
Y el gran viaje, el descubrimiento. se hace en el mismo idioma. Las islas que va descubriendo el almirante en su aventura reciben nombres relacionados con Galicia: San Salvador. Santa María de la Concepción (ambos patronos de Poio)… Pero sobre todo La Gallega, pequeño y exuberante islote al que decide unir con su tierra. En Jamaica bautiza otra como Pórtico de la Gloria (más tarde denominado Puerto de la Gloría).
No son estas las únicas pruebas que Josefina López ha recogido a lo largo de los últimos años en un afán investigador heredado de su padre.
La escritora coruñesa abunda en el lenguaje que se recoge en la historia y en los diarios del descubridor: “El sol tenía espeto», “los hombres pasan fame», “los escaramujos (conocidos como minchas en las Rías Baixas)» adheridos a las maderas…
Y, por supuesto, la documentación gráfica de monumentos que en la parroquia de Poio hablan de la gente que llevó por apellido Colón, como los restos de la que fuera casa de la familia… Una avalancha de testimonios que Josefina López ha recogido en su persecución de la verdad. Una verdad que su obra “El enigma del gran almirante» confirmará para siempre con su publicación.
Homenaje a los olvidados
Josefina López ha centrado parte de su larga y fructífera carrera en la búsqueda de lo gallego; procurando siempre el reconocimiento de los olvidados. Benito Vicetto inorado y Vida e morte dun poeta. Francisco Añón Paz, son algunos de los títulos que la coruñesa a dedicado a los escritores de la tierra que se perdieron en el recuerdo y que ella a querido recuperar para todos.
«El buen papa»
Por otro lado, el libro El buen papa Juan se convirtió en un gran éxito de ventas que en 1965 acercó la vida de Juan XXIII a las gentes de todo el mundo.
El enigma de Josefina de Serantes
La escritora coruñesa permanece enterrada en el olvido tras rescatar a figuras como Benito Viceto o Francisco Añón
J. PARDO
Especia/ para EL MUNDO
A CORUÑA.— «Poesía es ver a mi marido salir para el trabajo, calle abajo». Esta frase, muchas veces repetida, pero jamás impresa, pone al descubierto a Josefina López de Serantes, la intrépida escritora coruñesa que rescató del olvido a destacadas figuras de la literatura gallega y que tuvo el privilegio de disfrutar de una historia de amor que se prolongó durante más de 40 años.
El alma de Josefina López González, su nombre de soltera, evidencia a través de la literatura su predisposición al romanticismo desde que estudiaba bachillerato, cuando escribe sus prime-‘ ros relatos, como La leyenda del crisantemo —su primer trabajo editado—, antes de hacerse popular con las nueve novelas en las que recreó apasionantes tragedias amorosas y de llegar, incluso, en 1979 a ser finalista del Premio Planeta con Yo conocí a Marcela.
Para entonces, cuando la revista Hogar y moda publica en 1984 con el título Empezar a vivir aquella novela que a punto estuvo de valerle el reconocimiento que ahora parece que el destino se empeña en denegarle —en realidad una obra autobiográfica, aunque la autora jamás lo reconociera así—, Marcela, Mela o Josefina hacia ya muchos años que había cambiado sus fantasía? románticas por el afán investigador.
Una tarea que le sirvió, además de para rescatar a figuras como Benito Viceto o Francisco Añón, para terminar en 1987 su libro más valiente: El enigma del gran almirante, una obra todavía inédita, a lo largo de la cual avala con exhaustiva documentación el origen gallego de Cristóbal Colón.
Atareada vida
Quizá el mayor enigma consista en descubrir cómo se las apañó una mujer con siete hijos y escasos recursos económicos para sacar adelante una producción que incluye cinco novelas de amor, la primera de ellas editada en 1948, las biografías de Benito Viceto, Francisco Añón. el Papa Juan XXffl. además de la suya propia. Y probar la auténtica procedencia del gran descubridor, escribir más de treinta poemas, la mayoría rebosantes de añoranza por su amadísimo Eduardo, entonces ya muerto, publicar artículos periódicos en la prensa gallega o revistas como Hola o Lecturas, producir guiones, numerosos relatos y pronunciar conferencias.
De la coruñesa calle de San Andrés, donde nace en 1922, Josefina López González se traslada enseguida a la vivienda colindante a la antigua fábrica de cervezas, donde a su padre, para ella siempre un emigrante —trabajó en Estados Unidos y Cuba—, le ofrecen la gerencia de la empresa.
Precisamente es de él, un hombre que insistió en que Josefina estudiara Farmacia, de quien hereda, igual que su hermana María Teresa, la inclinación por la literatura.
Entre sus éxitos, están dramas amorosos como Volvieron en primavera (1962), difundida a toda España a través de Radio Nacional, y su labor investigadora que le permitió rescatar la figura de Benito Viceto, o inorado (1978), recomponer la biografía de Francisco Añón bajo el titulo Vida e mortedun poeta (1986), así como hiciera algunos años antes con la de El buen Papa Juan (1965), reflejo inequívoco de su arraigada religiosidad, publicado en todos los países de Hispanoamérica y que le supuso unos ingresos de 900 pesetas.
Son tiempos en los que la escritora espera con ilusión los talones que, de cuando en cuando, recibe de los periódicos y revistas en los que publica sus artículos. Fue finalista del Premio Pérez Lugín (1981), recoge galardones como el Rosalía de Castro de Corcubión (1984), La Tabaiada de oro de Las Canarias (1985) y mientras tanto, establece relación con destacados intelectuales de la época, muchos de ellos, vinculados al movimiento galleguista.
Es en la década de los ochenta, buena parte de la cual dedicó a demostrar con documentos y testimonios su teoría acerca del origen gallego de Colón, cuando Josefina, procedente de una familia de tendencias más bien de derechas, empieza a interesarse por el fenómeno nacionalista y aprende gallego, a través de un curso que publica La Voz de Galicia, donde alrededor de diez años más tarde, en tomo a 1992-1993, ella misma se despide de la hoja impresa con un artículo sobre La Cirila, un peculiar personaje coruñés.
Porque Cristóbal Colón era gallego
Sin editar áun está, tres años después de su muerte. El enigma del gran almirante. Dos volúmenes mecanografiados en los que trata de demostrar que Colón era gallego.
Para asentar su tesis, se sirvió de copias adjuntas del diario de Cristóbal Colón, sacadas del Museo de Pontevedra, el análisis de la firma del descubridor, cuyo apellido, según mantiene la escritora, jamás existió en la italiana Génova, destaca los términos que el almirante empleaba en sus cartas como fame, o escaramujos.
También están el cruceiro, levantado en la parroquia de Poio (Pontevedra), en el que se aprecia la inscripción R.D. Colón, 1492. y, por supuesto, los nombres con que el aventurero bautiza las tierras que va descubriendo: San Salvador, Santa María de la Concepción (ambos patronos de Poio) o El Pórtico de la Gloria ahora llamado Puerto de la Gloria.
Josefina avala su tesis sobre la procedencia gallega de Colón, compartida por otros investigadores como Celso Garda de la Riega. Y si bien queda todavía por descubrir el enigma sobre el auténtico origen de Colón (Josefina mantenía que lo ocultaba por ser judio y gallego), también es curioso que, a estas alturas quede por salir a la luz la figura. de esta mujer y buena parte de su obra, se lamenta el hijo de la escritora Eduardo Serantes. Intenta rescatarla del olvido con ayuda de dos amigos, Xosé Ramón García y Ramón Solar.
XOSEFINA
Neste Día das Letras Galegas cómpre unha reflexión non só coa intención de ficar na melancolía ou no simple recordatorio. Hai moita xente que aínda hoxe permanece no esquecemento como é o caso de Xosefina López de Serantes, que traballou a reo e lle concedeu vida novelesca a escritores galegos. As súas vidas, as súas alegrías e as súas tristuras convértense na trama principal da obra, como acontece na titulada Vida e norte dun poeta, gran biografía sobre a vida de Francisco Añón.
Xosefina, como ela asina na devandita obra sobre Añón, ademais escribiu no xornal La Voz de Galicia, no seu apartado De Sol a Sol durante tres anos e ata a súa morte, as súas dotes de amenidade e transparencia na escritura son evidentes, así como a función de promocionar reflexión e de emprender campaña contra aqueles aspectos que a preocupaban como, entre outros, a desaparición paseniño do tren e as raíces do idioma. Esta muller coruñesa comezou o seu labor literario cando aínda estaba no instituto con contos que escribía para revistas infantís, logo realizou novelas de corte romántico como Volvieron en primavera, transmitida na Cadena Ser. Obtivo varios premios polos seus contos e relatos en xornais; colaborou en revistas e na radio; e con Yo conocí a Marcela foi finalista do premio Planeta en 1979, publicada no ano 1984 co título Empezar a vivir,
ou El buen Papa Juan. A investigación sobre a orixe galega de Cristóbal Colón, a biografía de Benito Vicetto, a mencionada de Francisco Añón, e relatos como El viejo de las mondas demostran unha vez máis as súas capacidades de literata e busca de datos sobre aspectos que tivesen que ver con Galicia ou con A Coruña. Tamén foi creadora de poemas e primou o esforzo ante unha durísima, aínda que feliz, vida. Oxalá que a súa obra ó completo, que espera por unha futura publicación, non fique esquecida nun andel. Esta muller sería tamén digna de novelar, que non debemos, como outros, esquecer entre os libros e as fotografías, e ós que cómpre dar vida para saber máis da nosa cultura, lingua e literatura, do noso, sen esquecer o dos demais.
BIOGRAFÍA:
(Gran Enciclopedia Gallega)
LÓPEZ DE SERANTES, Josefina. Nació en La Coruña el 6 de abril de 1922. Inició su actividad literaria —en principio firma Josefina López González y luego adopta el nombre de casada— con cuentos para niños publicados en revistas infantiles y a partir de 1948 se dedica fundamentalmente a la novela, si bien cultiva también el relato —ha publicado muchos en periódicos y revistas, tales como Lecturas, Hoyar y Moda, Siluetas* Mujeres—, la biografía y colabora asiduamente en la prensa con artículos sobre diversos temas, de modo especial sobre temas de Galicia, personajes importantes, costumbres, historia, etc. Entre otros premios, ha recibido el de «Cuentos del Domingo» de El Ideal Gallego, por La vieja Miqueira (1949); el del concurso de Cuentos de las Bodas de Oro de La Región, por El balandro (1960); el Premio Fenosa. por El Electrón (1969); el primer premio de los Juegos Florales de Oleiros (1976), y ha quedado finalista en el Premio Pérez Lugín de 1981.
La producción de Josefina López de Seran- tes comprende los siguientes títulos; Orgullo vencido (Barcelona. 1948), novela; Deber sagrado (Madrid. 1952), novela; Un sueño de amor (Madrid, 1952), novela; El misterio de Foretmer (Madrid, 1955), novela; Volvieron en primavera (Madrid, 1962), novela radiada por la cadena S.E.R.; El buen papa Juan (Barcelona, 1967), novela biográfica; Benito Vicetto inorado (Lugo, 1978), biografía escrita en castellano, a pesar del título en gallego, con la que pretende rescatar del olvido a dicho autor; Yo conocí a Marcela, incluida entre las finalistas del Premio Planeta de 1979; Vida e morte de un poeta, biografía en gallego de Francisco Añón, en prensa.
“Yo nací en la coruñesa calle de San Andrés en los primeros años veinte. Cuando ya tenía seis años, don José María Rivera, propietario de la Fábrica de Cervezas que lleva su nombre, le ofreció a mi padre la gerencia de la misma con la hermosa vivienda colindante a la empresa, que también tenía un amplio merendero cobijado por frondosos árboles”.
Falleció setenta y seis años después, el 5 de marzo de 1998.Su padre, Jesús López Castiñeiras (1890/1964), era natural de Lugo. Trabajó en la fundición de Julio Wonemburger, para luego pasar a la Sociedad Española de Construcciones Metálicas, emigrando más tarde a Estados Unidos, donde tuvo un cargo importante en la Mapos Central Sugar Co., empresa por la que estuvo destinado un tiempo en Cuba.
“Mi padre, que emigró siendo muy joven a Norteamérica, llegó a ocupar un importante puesto en una empresa metalúrgica de Nueva York…”
En este centro, además de ejercer como secretario y animador cultural, participó como actor en muchas de las representaciones organizadas por dicho centro. Destacó como periodista, colaborando en la revista “La Tribuna”, revista semanal defensora de la raza hispana. Dotado de un fino humor, gran imaginación y soltura, firmaba sus artículos bajo seudónimos como “El Terrible López” y “Santón de la Puntilla”. Es autor de una obra teatral: “El extraordinariamente aplaudido juguete cómico”, “Misticismo y Flamenquismo” (1919).
“Sin embargo, renunció a todo y regresó para casarse con la novia que le esperaba y a quien tanto quería, abandonando de este modo aquel ventajoso puesto de trabajo y apartándose de la carrera literaria comenzada tan brillantemente, puesto que a mi madre le horrorizaba la idea de vivir en una ciudad donde no pudiese expresarse en su propio idioma…”
Del matrimonio entre Jesús y Josefina, nacieron dos chicas: Josefina y María Teresa, también escritora -con más de veinte novelas publicadas-, que abandonó el ejercicio de las letras al contraer matrimonio. Firmaba con el seudónimo “Águeda de Vianney”. Josefina comenzó a escribir desde muy niña para revistas infantiles cuando aún estudiaba el bachillerato(1), escribía cuentos para niños. El primer cuento del que tenemos constancia impresa, es el titulado “La Leyenda del Crisantemo”, que fue publicado en la revista “Flechas y Pelayos” en el año 1943, pasando luego a ocuparse de géneros tan diversos como la novela, la biografía, el relato, el ensayo, el guión, el artículo y la poesía. En aquel entonces firmaba como Josefina López González, su nombre de soltera.
Fue en este mismo año cuando se casó con Eduardo Serantes Pedreira, empleado de la Cámara de Comercio y gran pescador(2). La afición tan grande que él tenía a la pesca, valió para que Josefina escribiese hermosos artículos llenos de humor, en los que va describiendo todo el proceso por el que pasó su marido; desde hablar con cierto desprecio de los pescadores -que para él estaban matando el tiempo porque no tenían nada mejor qué hacer- hasta convertirse en un forofo “enfermizo”, que poco a poco fue “tomando” la casa con sus botas, cañas, cestos y todo tipo de aparejos de pesca, además de “ciertos bichitos de apariencia repelente y asquerosa”. Eduardo, hombre socarrón y de aspecto amable y bonachón, pretendía parecer duro y autoritario, pero en realidad era un sentimental y un romántico. Su amor siempre fue un amor de adolescentes. Los problemas y las privaciones vividas en su largo matrimonio(3), no fueron suficientes para romper esa perfecta comunión existente entre los dos. De su matrimonio nacieron siete hijos: Quincho (1944-1996), Marifí (1948), Carmen (1951), Chary (1953), Eduardo (1955), Suso (1958) y Gerardo (1962). (2 y 3) Fotos en últimas páginas. Sacar adelante siete hijos y disponer de tiempo para sentarse delante de la máquina de escribir(4), da idea de la cantidad de horas que tuvo que robarle al sueño para poder expresar lo que llevaba dentro y necesitaba urgentemente sacar a la luz. Convertida en esposa, Josefina comenzó a firmar sus trabajos con su nuevo nombre de casada: Josefina López de Serantes. Aún así, fueron muchos y variados los seudónimos utilizados por una u otra razón a lo largo de su trayectoria como escritora: Fides, Una Hija, La Esposa de Uno, Josephine Lodeser, Penélope, Mireya, Cruceiro, V. Mareiro, Graciela…
Su producción es vastísima:
Artículos, relatos, biografías, guiones, novelas, poemas, conferencias(5), etc., destacando en todos ellos como lo testimonia el amplio número de premios literarios(6) y de honores que le han sido concedidos con todo merecimiento:
“Cuentos del Domingo” de “El Ideal Gallego”, por “La vieja Miqueira”, 1949
“Torre de Marfil” de radio “E.A.J. 41”, 1950
Premio “Cartas de Amor” revista ”España semanal”. Tánger, 1951
Premio Cadena Ser. Programa “Vosotras”, 1958
“Bodas de Oro” de “La Región”, por “El Balandro”, 1960
“RNE en La Coruña”. Guión “Celos”, mayo 1960
Accésit Premio FENOSA, por “El Electrón”, 1969
Juegos Florales de Oleiros 1976 por “Mrs. White visitó Oleiros”.
Accésit Premio “López Cortón” de Cedeira, 1976
Finalista Premio Planeta en 1979
Accésit Premio Xornalístico de Cedeira, 1980
Finalista Premio “Pérez Lugín” da Coruña, 1981
Rosalía de Castro de Corcubión, 1984
“La Tabaida de Oro” de las Islas Canarias, 1985
“Diócesis de Barcelona”, 1991
“Pere Sardá” de Barcelona, por “Ella”, 1992
Figura en el “¿Quién es quién?” de escritores españoles del Ministerio de Cultura (1979), pertenece a la Sociedad General de Autores de España (1962) y a la Asociación de Escritores entre otros estamentos. (5 y 6) Fotos en últimas páginas.
Fue colaboradora de prensa de los principales diarios de Galicia y España, como por ejemplo “La Voz de Galicia” con cerca de los cien artículos y relatos publicados, “El Ideal Gallego” con más de cien, “El Correo Gallego”, “La Noche”, “La Región”, “A Nosa Voz”, y revistas como “Lecturas”, “Hogar y Moda”, “Salmo”, “Mujer”, “La Toja”, “Siluetas”, “La Taraiba” (Canarias)… Entre todos sus artículos, relatos, guiones, etc., alcanza un total de 340 obras publicadas (“Obras Completas”, volumen I), otro tanto en mis archivos “esperando” (como el libro de Cristóbal Colón) para editar un posible “Obras Completas II”, obras escritas no publicadas. En tal cantidad de artículos y relatos, encontramos una inmensa variedad de asuntos e historias: Religión, Idioma, Política y Biografía son los temas predominantes; sentimientos, personas, personajes extraños, curiosos, olvidados, humor, lugares, sucesos… todo es estudiado y analizado.
Historia y sucesos de Galicia, sus ciudades y muchos de sus pueblos, en los que rememora eventos importantes que no acepta queden en el olvido. Vida y anécdotas increíbles de escritores gallegos, de España y de otros países, gracias a lo cual algunos de ellos fueron rescatados del injusto olvido en que permanecían, por sus ciudades y Ayuntamientos. Algunos de sus guiones fueron radiados por las emisoras nacionales “Cadena Ser”, “Radio Nacional de España”, “E.A.J. 41”, “Radio Barcelona” y “Radio Juventud”.
En cuanto a sus Poemas, no nos consta que se hubiese publicado ninguno, y aunque su calidad no está a la altura de los relatos o los artículos, tienen un gran valor como testimonio humano.
“Nunca fui poeta pero mi alma esta de amargura colmada…”
De los treinta y dos poemas que ella escribió, veintiseis están dedicados a Eduardo, su marido. Todos son posteriores a la muerte de él, de ahí que en todos ellos exista un solo tema: la añoranza. Son gritos de angustia y desesperación.
La soledad la va comiendo por dentro, y poco a poco va regresando al pasado, ese pasado en el que era feliz y tenía a su lado al que fue el único gran amor de su vida.
Sus opiniones pueden ser o no compartidas, pero son “sus opiniones” que es lo que realmente importa y la razón por la que se escribe esta “biografía”.
* Mujer de profundas creencias religiosas, investigadora constante y minuciosa, trabajadora incansable, tuvo también sus preocupaciones idiomáticas. Le dolía no manejar perfectamente la lengua materna, y se puso a estudiarla ya con una edad avanzada: “Dende ista mañán de domingo, penso que vou falar sempre con Deus no noso idioma, moi despaciño, con toda a sinceridade da miña alma, todos os días. E non séi porqué, mais sinto unha paz e unha dozura que me fai comprender que endexamáis dexaréi de ser escoitada”.
A pesar de comenzar a estudiar el idioma galego siendo ya mayor, llegó a escribir unos treinta artículos y un libro en su idioma.
Nunca es tarde para aprender. Josefina gustaba de conocer. Su capacidad de percepción era muy grande, y su anhelo por saber no tenía límites.
Sus últimos días no fueron los deseables para una esposa y madre como ella. Las desgracias se sucedieron a su alrededor y ya no tenía capacidad de reacción. Se fue encerrando en su mundo particular, el mundo del recuerdo, en el que era verdaderamente feliz y todo lo demás quedó olvidado.
Aquí dejó su trabajo de toda una vida. En sus textos están sus esfuerzos, sus inquietudes, sus miedos y alegrías, en definitiva, todo por lo que ella vivió. *(Xosé R. García.)
Diez novelas (cinco de ellas publicadas), 5 libros y una obra teatral no publicada. De sus cuatro libros publicados, tres de ellos son biografías (Benito Vicetto, Francisco Añón y Juan XXIII) y el cuarto “Yo conocí a Marcela” (Empezar a vivir), finalista del Premio Planeta en 1979, puede considerarse como su autobiografía. “El Enigma del Gran Almirante” (Cristóbal Colón), continua esperando la posibilidad u oportunidad de publicarse algún día. Es ésta su última obra, en la que ella trabajó con tanta ilusión y que ya no podrá ver en las librerías.
Relatamos a continuación un recuento de ellas, acompañado de algunos comentarios y críticas que se hicieron sobre las mismas.
NOVELAS PUBLICADAS
LIBROS:
El buen Papa Juan
* Este libro de Josefina López de Serantes, dedicado a los niños, deja en el espíritu del lector un poso de ternura, de nostalgia del buen Papa que se fue, y de estímulo para seguir sus pasos y enseñanzas. Josefina, dueña de una pluma y una cultura poco frecuentes, ha ido recorriendo la vida del buen Papa Juan… Un lenguaje sencillo, adecuado a la mentalidad infantil de los lectores, se une al cariño y admiración por la persona de “un hombre que llegó a Papa y se llamó Juan”.
(M.A.V. El Ideal Gallego, 16 de Julio de 1965)
Benito Vicetto Iñorado
* La autora se documentó experta y profundamente. Más que biografía novelada, se trata, a mi parecer, de pergeñar con minuciosa habilidad los babélicos bamboneos de la vida accidentada del romántico e imaginativo escritor ferrolano. (J. Leyra Domínguez. Ferrol Diario, 22-10-78)
* “Es simpático y alentador que sea una mujer en Galicia la que, manteniendo una delicada vena romántica en estos tiempos del materialismo femenino, trate de reivindicar la olvidada personalidad del novelista Benito Vicetto, porque lo cierto es que en ninguno de los exégetas que más o menos intensamente se ocuparon del vigoroso novelista (Murguía, Fort Beltrán, Vesteiro Torres, Amor Meilán, etc.) aparecen tan completos los datos sobre su nacimiento, ascendencia, matrimonio y muerte, como los que Josefina López de Serantes se procuró con una fuerza de voluntad, a todas luces plausible. (M .Hermida Balado. La Voz de Galicia, 13 de Abril de 1986).
* Este libro, que pudo llegar a ser un gran éxito de ventas, se vio infravalorado debido a la ineptitud y a la falta de profesionalidad de la editorial Alvarellos. Consultada la Asociación Colegial de Escritores sobre este caso, su contestación fue: “El caso del señor Alvarellos, desgraciadamente, se está produciendo con gran frecuencia, le aconsejamos que le demande judicialmente en reclamación del cumplimiento de sus obligaciones y pago de las cantidades adeudadas”. Josefina se encontraba abatida y defraudada por todo lo sucedido:
“La edición me defraudó, pues debido a la mala calidad del papel empleado, las doscientas hojas de que consta, abultan tan poco que consta, abultan tan poco que desmerecen su aspecto, y además, la editorial cometió múltiples errores tipográficos….”
* La obra que comentamos es, pues, indispensable para conocer, a la luz de los documentos, la vida de aquel a veces, desmesurado autor gallego, que entre otros méritos, atesora el de haber iniciado la aventura de la novela romántica en nuestro país. (Ferrol Diario, 21 de Abril de 1979)
* La escritora coruñesa pone de relieve una gran sensibilidad, a la vez que hace un sutil análisis en torno a la figura de su personaje. La pintura del carácter de Vicetto constituye un acierto a lo largo del libro que analizamos. Josefina López de Serantes recrea la figura de Vicetto. Se siente identificada con ella, a la vez que penetra en los haces y en los enveses de su obra. Y fruto de esta compenetración es una biografía novelesca que no solo se lee con agrado, sino que sirve para clarificar la personalidad del que fue una gran figura del romanticismo. (E.M. Hoja del Lunes, 28 de Agosto de 1978)
* Su estudio biográfico es muy interesante y dicho con su peculiar estilo de usted resulta muy atractivo. Creo que ha de gustar mucho y que usted ayudará a redescubrir a un paisano nuestro que está injustamente olvidado. (Juan Naya Pérez, Cronista oficial de A Coruña, 10 de Julio de 1978)
* Mi distinguida amiga: Me complace sobremanera testimoniarle de nuevo el favorable juicio que me merece su biografía de Benito Vicetto. Ha llevado a cabo usted una muy meritoria labor al rescatar del olvido, o de la leyenda, a esta figura intelectual. Era necesario hacerlo y usted lo ha conseguido con mano firme y buen pulso literario. (Domingo García Sabell, 26 de Enero de 1978)
Brilla la luz
* Por muy increíble que parezca, jamás hemos localizado esta novela a pesar de haber sido publicada y tener todos los datos de edición. Incógnita en la que seguimos investigando.
* Hoy, 17.04.2013, he encontrado, por fin, una copia a máquina del original.
Empezar a vivir
* Tu novela, Josefina, es una auténtica delicia, y dentro de la inmensa ternura que la caracteriza, no dejan de aparecer sus huellas de humor. Magnífica novela con final sorprendente e inesperado que la convierte en una magistral novela rosa. Tierna y delicada la mano que la escribió conducida por un corazón cuajado de sensibilidad amorosa ¡Qué gran estudio de caracteres!. Repito, una gran novela digna de mejor suerte. (Juan Estrada López, 18 de Mayo de 1986).
*Acabo de leer la última página de “Empezar a vivir”. Cerré el libro, pero no por eso voy a despedirme de Marcela. Se ha convertido ya en mi amiga, y eso ha sido posible por muchos motivos. No solo por su mensaje de esperanza y por su pureza, sino además, por supuesto, porque me ha llevado de la mano a la tierra que tanto recuerda y ama mi padre, y que alguna vez espero recorrer y admirar. (Ana María Sendón. Buenos Aires, 14 de Noviembre de 1985)
Inicialmente con el título de “Yo conocí a Marcela”, fue finalista del Premio Planeta de 1979. En aquella ocasión fueron 323 las obras presentadas a concurso, de las que 22 llegaron a la final. El primer premio le fue concedido a Manuel Vázquez Montalbán por su obra “Los Mares del Sur”.
* “Empezar a vivir” es una narración escrita con gran garbo literario que encierra una interpretación psicológica que más que las palabras define a la protagonista, y que tan difícil resulta aún para los grandes novelistas. Esa autenticidad con que Marcela vive su vida entre un padre comprensivo y una madre intransigente, autoritaria hasta casi la psicopatía, me parece la expresión de un análisis perfecto de una humana intimidad. Desde el relato de la vida de niña de Marcela -las amigas perseverantes y las que le fallan-, el hombre de la gabardina, primera revelación intuitiva de un amor jamás disfrutado plenamente en la vida; las diversas sensaciones anímicas que le van produciendo las muertes de las abuelas y tías, todo, hasta el final sorpresivo, en el que ya siendo una mujer madura, le alumbra el sol de una vida de esperanza, acredita a Josefina López de Serantes como una estupenda cultivadora de ese aspecto tan difícil de la literatura. (Manuel Hermida Balado. 14 de Noviembre de 1985)
Eu coñecín a Mela
Original “Yo conocí a Marcela” finalista del Premio Planeta 1979 y publicada con el título “Empezar a vivir”. Tenemos el original mecanografiado de la obra en galego. Traducido por Xosefina y mecanografiado por su marido Eduardo Serantes Pedreira.
Vida e morte de un poeta.
* Se trata de un libro profusa y cuidadosamente documentado, en el que la autora resucita para nosotros al gran poeta coruñés, desde su nacimiento hasta su muerte, relatándonos su vida azarosa y aventurera. (El Ideal Gallego, 6 de Septiembre de 1986)
* Josefina López logra un relato ameno, al que adosa un tratamiento dulce, aun cuando se refiere a momentos muy duros de la historia, como la mencionada “Revolución de 1846″, que concluye con fusilamientos y castigos muy severos. La vida de este hombre, que nació, vivió y murió pobre, pese a poseer una grandeza que lo convirtió en un pilar de las letras gallegas, es contada con rasgos sublimes por Josefina López de Serantes. (Héctor Barrera. El Correo Gallego, 14 de Septiembre de 1987)
Obras completas.
No publicado. Xosé R. García. Ramón Solar. Eduardo Serantes. 1998
* Recopilación de todos sus artículos, relatos y poemas, así como una breve Biografía.
* Todos los trabajos incluidos en este volumen son trabajos publicados, a excepción de los Poemas.
* Volumen que consta de 900 páginas y, como hemos comentado anteriormente, elaboraremos otro en un futuro con todo su trabajo no publicado el cual aguarda en nuestros archivos.
* En la página siguiente se incluye el “Prólogo” de estas “Obras Completas”, como guía y agradecimiento a los en él mencionados.
Índice de todos los títulos de sus artículos, relatos y poemas.
ÍNDICE ARTÍCULOS PUBLICADOS
A Coruña, nosa capital
A la ciudad del Sacramento por el Camino del Estrecho
A las cinco de la tarde
A los ciento diez años de la muerte de Bécquer
A nosa fala meiga
A terra galega garda no seu seo o testemuño
A través del camino de estrellas
A Vila dos Andrade, señorío de Vilalba
A vueltas con la ley de E:G:B
Aficiones.- (Pesca y fútbol)
Álvaro Cunqueiro, sus primeros sueños
Ante la tumba de Benito Vicetto
Antón Vilar Ponte, recordado en el cincuentenário
Añón e Vicetto Apagones.- (Calle Falperra)
Apuntes da Festa do Pulpo
Aquel hombre de Betanzos
Arturo Cuadrado trajo la voz de grandes escritores
Ayer y hoy.- (Coruña)
Ben-Cho-Shey, un gallego enamorado de su tierra
Benito Vicetto en el olvido
Camiño de Sant-Yago vai a velliña da roda
Carta a un muchacho que perdió la fé
Carta abierta a Tí, Señor.- (A su marido, Eduardo)
Cartas que no se envían
Castelao vuelve a Galicia
Centenario de Ángel del Castillo
Centenario do compositor
Reveriano Soutullo
Cincuentenario de traslación de los restos de Lago González Clara Corral y Francisca Herrera
Colón quiso que el misterio de su patria fuese descubierto
Concepción Arenal, madre de todos los sufrientes
Conocer Galicia Consecuencias
Consejos para nosotras
Consejos para novias de pescadores deportivos
Crenzas, fadas e trasnos da Terra Chá
Cristobal Colón era gallego
Cristobal Colón era pontevedrés
Cristóbal Colón pudo haber nacido en Poio
Cruceiros, capelas, ermidas, antigos testemuños
Cruceiros, ermidas e capelas no corazón de Galicia
Cuando estuvo en La Coruña San Francisco de Asís
Cuando muere un hombre bueno.- (Abuelo)
Cuntis, hermosa y milenária villa gallega
Curros Enríquez
De nuevo vuelta a pescar
Desesperación e impotencia
Don Arturo Souto Vizoso
Don Enrique Babío Calleja, In Memorian
Don José Pascual López Cortón
Don José y la Estrella de Galicia
Don Manuel Acea Eduardo Pondal vivió su primer idilio en La Toja
El amor en todos los tiempos.- (Moral y puritanismo)
El Ángel de la Guarda
El antiguo autobús
El camino de estrellas
El campo y los árboles
El Corpus de antaño en Lugo
El Corpus en Lugo
El Día del Pescador, celebrado en Baio
El drama de los hombres perdidos
El dramático fin de un joven y gran escritor
El enigma sobre la hija de Benito Vicetto
El escritor Benito Vicetto en injustificado olvido
El Ferrol y la marina española
El frío que viene
El general Porlier en La Coruña
El gordo le tocó a un huerfano sin trabajo
El Grove fué una isla
El Grove, entre la niebla y la luz
El Grove, terra do Meco
El jardín de todos
El macho hispánico
El Mar Egeo abandonado
El mejor regalo.- (Madre de Carmina)
El mundo de los muertos.
El nieto que no tuvo Rosalía
El pescador de percebes.- (Torre de Hércules)
El poeta compostelano Aurelio Aguirre murió ahogado
El Real coro Toxos e Froles y Benito Vicetto
El Santo Encuentro El secreto de Colón
El señor de la gasolinera
El templo de Teixido conserva la humildad de su patrón
El transcurso del tiempo
El Tren
El túnel del tiempo
Ellos son así
Emotivos recuerdos
En el 102 aniversario de Benito Vicceto
En el día de Galicia
En memoria del árbitro Lorenzo
En memoria del padre Jesús Sanchez
En memoria del padre Solís
En recuerdo de Alberto Camino
En recuerdo del Padre Agustín
Enigma y tragedia de Vesteiro Torres
(Esos hombres
Esos… son otros Lópeces.- (Abuelo)
Se cumple el 150 aniversário del nacimiento de Pondal
Eureka, la farmacia que nunca existió.- (Abuelo)
Filomena Dato Muruais, poetisa das Mariñas
Filomena Dato, poetisa de gran sentimiento y ternura
Flores en Punta Herminia.- (Guerra civil)
Francisco Vales Villamarín, hijo ilustre de Betanzos
Fué un veintidos de diciembre
Galicia fué un reino
Galicia necesita carreteras y luz
Galicia y el mar
Galicia, cuna de América
Galicia, tierra de mujeres ilustres
Ha muerto doña Natalia Cossío
Ha muerto el cura de los pescadores
Ha muerto el hidalgo de Monforte Manuel Hermida Balado
Ha muerto un niño
Hacia un mundo desconocido
Hipólito Lázaro
Historia de Marín, hermosa villa gallega
Historia de una afición
Hoy hace cien años que murió Francisco Añón
Humana crueldad
Hussira, la chica de Bangla-Desh
Ilusión y crueldad
Incidencias del carril bici
Infidelidades de pescadores de caña
Ingratitud
Jacqueline sola
Joan Kennedy, una gran mujer
J.Pascual López Cortón.
Promotor Juegos Florales A.C. 1861
Juan Ramón Jiménez: un poeta que nació en Nochebuena
La capilla de La Paz La Cirila
La ciudad de Jesús
La ciudad de la Oliva, tierra de celtas
La ciudad de mi infancia y el tenor ciego
La ciudad del Sacramento
La ciudad del Sacramento
La Coruña en fiestas
La Coruña y Cristobal Colón
La Coruña, ciudad sirena
La danza gallega en el recuerdo
La edad no se corresponde con los niveles de enseñanza
La Fiesta del Pescador, el sábado, en Bayo
La flor bordada
La gran tragedia del mar
La isla de la Toja tiene en sus lodos un verdadero tesoro
La lavandera y su burrito pardo
La más completa derrota
La montera de Sánchez Mejías
La mujer del pescador deportivo
La mujer oscura.- (Marilyn Monroe)
La muralla romana de la ciudad de Lugo
La muy noble y muy leal ciudad de
La Coruña La niña de la sonrisa
La niña de los pies descalzos
La Nochebuena
La Nochebuena que viene
La otra Galicia
La patria del gran almirante
La perla de Cambre
La personalidad de un Colón gallego y de origen judío
La pesca deportiva y las mujeres
La pesca y la ortografía La planta verde
La primavera se acerca.- (A su marido, Eduardo)
La reconquista de Vigo
La Semana Santa y Victor Hugo
La Torre volverá a estar limpia
La Tribuna
La tumba de Aguirre en peligro de desaparición
La Virgen de Pastoriza
Las bodas de Rosalía Castro y Manuel Murguía
Las fotos inéditas de Juana Teresa Juega
Las raíces del idioma
Las tres carabelas
Liturxia en Galego
Lo que piensan de nosotras
Lo que sucedió en Fátima hace sesenta años
Logo de dúas dúcias de anos.. (Ó fin outra muller
Los canarios del Padre Santo
Los dichosos salmones
Los grandes momentos del teatro español
Los Hidalgos de Monforte
Los melenudos del 66
Los niños, tesoros de los pueblos
Los Pregoneros
Los versos de Santa Teresa
Lugo, ciudad de historia y leyenda
Lugo, ciudad priivilegiada
Lugo, la ciudad sagrada
Luís Pimentel, o poeta que cantou ós nenos Maleza, tojo, flores e incienso
María
María Magdalena y Verónica
Melenas y barbas
Memorias de la mujer de un pescador
Misa na capela da Inmaculada
Mistress White visitó Oleiros
Montes Galegos
Mujeres en la literatura gallega
Natalia Cossío de Jiménez
Nicolasa Añón, una poetisa analfabeta
Nosotros los gallegos, )de dónde procedemos?
Nuestro idioma y nuestras letras
Nuestro idioma: Lengua de reyes y sabios
Nueva York en broma, por Julio Camba
O Grove, de ahora en adelante O
rexurdimento da Nosa Terra
Os esquecidos Otra vez Castelao
Página para la mujer del pescador
Palomas y golondrinas
Para tí, que te acabas de casar.- (A su ahijada Fátima)
Personajes olvidados
Pescando en el mar y pescando en el río
Polas terras de Vilalba P
ondal, una personalidad arrolladora
Por las sendas del tojo florido )
Por qué?, Señor.- (Jose el “Gordo”)
Primera communion.- (Familia. Hijos)
Primera misa de don Luís Miguel Álvarez Varela
Quién es Minou Drouet? )
Quién fué Crsitobal Colón?
Leandro Carré.
La Pasión enTierra Santa
Rememorando a un gallego ilustre (López Cortón)
Requiem por un español que fué rey Retrato de Cervantes
Santa Lucía
Santa María de Sada
Santiago y los Pescadores
Se hace camino al andar
)Se hereda la afición?
Se nos ha muerto don Paco
Semana Santa en una ciudad española
Si nosotras pudiéramos
)Su nombre?.- (Esclavitud)
Tumbas olvidadas
Un agradable regalo
Un arzobispo que nació en la villa de Pontedeume
Un canto a Galicia; yo nací en una hermosa y pequeña ciudad
Un embajador en Galicia
Un gallego ilustre: Arturo Souto Vizoso
Un gran galleguista olvidado.
Manuel Banet Fontenla
Un histórico verano.- (Guerra civil)
Un maleficio defiende la tumba de Tutankamen
Un mensaje de paz
Un poeta olvidado: Alberto Camino
Un príncipe de España reza ante un ilustre republicano
Un rincón perdido.- (Cambre)
Un santo más
Un siglo después de la muerte de Benito Vicetto
Un trozo de cielo.- (Baldaio)
Una ciudad de ayer y de hoy
Una obra que merece ayuda
Valle Inclán, gran escritor que no logró entrar en la Academia
Veinte de abril en Boel (Venid a Oleiros!
Vesteiro Torres, más de un siglo enterrado y olvidado
Viaje con un pescador
Vivir y morir
Ya comenzó la temporada
Yo recé en Fátima
Yo soy hija de un emigrante
ÍNDICE RELATOS PUBLICADOS
Ai, nosa señoriña!
Angustia.- (Eduardito)
Aquel hombre en Lourdes
Aquel viernes santo
As señoritiñas do mantelo negro
Camino de Santiago va la vieja de la rueda
Carta de amor.- (A su marido, Eduardo)
Cartas a Julia
Celos
Contos da Terra Chá
Demasiado tarde?.-
(Cáncer)
El Balandro
El balcón
El carnaval lejano
El Castro de Santa Cristina
El coronel
El emigrante
El Engaño
El hijo
El hijo de la Tatiana
El milagro de la Virgen del Carmen
El noble
El regreso.- (Navidad)
El viajero
El viejo de las mondas
El viejo professor.- (Guerra civil)
En las sombras Evocación.- (Navidad)
Francis el rebelde (Ha sucedido un milagro)
Jesús que vuelve
Juan, agente de comercio.- (Matrimonios)
Jugando a ser mujer
La leyenda del Crisantemo.- (Navidad. Su primer relato publicado. 1943)
La mentira de tía Enriqueta
La mujer y la gaviota.- (Moral y puritanismo)
La Nochebuena de un niño
La otra mujer
La vieja Miqueira.- (La Santa Compaña)
La viuda
Las doce Avemarías
Los chicos de hoy.- (Familia. Hijos)
Los ojos de Marta
Noche de difuntos
Noche de reyes Ñañá
O crego Rufiño
Para ti, que te vas a casar )
Por qué?
Recuerdos
Remordimiento
Sola
Una carta que no llegará a su destino.- (A su marido, Eduardo)
Verónica
¡Y el año terminó!
ÍNDICE POEMAS NO PUBLICADOS
Aquel hombre dijo
Cerca Como Lázaro
Cuando todo termine (Cuánto tardas! Dichosos los tiempos )
Donde estás?
El payaso
El último beso
La carta
La hora
La huída
La niña que se marchó
La playa
La ventana
La víspera de aquel día
Los pececitos de plata
Mis versos
Noches lejanas
O neno e o mar
O profesor
O santo dos croques
Plegaria
Quizás
Sosiego
Tu nombre
Tu surgiste
Tú te morías
Tus cosas
Vuelven
Yo soñaba
ÍNDICE CUENTOS, RELATOS Y ARTÍCULOS NO PUBLICADOS
A través del Camino de Santiago
Ahí vai dona Rosalía!
Alma vacía
Andruquiño
Aquel hombre
Bergamesco e Galego
Cara y cruz del marisco
Carapuchiño
Celos Coarenta días en J.C.
Como dos estrellas
Con flores a María Cristina debe vivir
Cristo estuvo en el puerto
Cristóbal Colón enigma e misterio
Cristóbal Colón y Pedro Madruga.
Cristóbal Colón, Galego
Cuando llegaba la Navidad, moría
Gustavo Adolfo Bécquer
Cuando todo termina
Desde Roncesvalles a Compostela
Don Julio no puede pasar
Doña Beatriz
Eduardo Pondal vivió su primer idilio en la Isla de La Toja
El abuelo Ramón
El árbol de Navidad
El ausente
El beso
El carácter gallego
El Castro de Santa Cristina
El crimen
El hambre hoy, en el mundo
El hermano
El hijo del poeta
El lunar
El mes de los padres
El nicho tapiado
El nido de la cigüeña
El Papa Juan, camino de los altares
El perdón
El perdón del Nazareno
El primer encuentro con el mar
El secreto de tía Julieta
El silencio
El viaje
En memoria a Celso García de la Riega
Enano!
Esa terrible enfermedad
Eu coñecín a Mela (Yo conocí a Marcela… en galego!)
Galicia de ayer y hoy
Galicia foi Reino
Galicia y sus tipos humanos
Gallegos ilustres
Ha estallado la paz!
Hace cien años que murió un gran hombre
Hace cincuenta años que ha muerto un hombre
Han raptado a Didín
Han raptado a un niño
Juan XXIII, el Papa bueno
Jugando a ser mujer
La búsqueda y el encuentro
La chica de Bangla-Desh
La churrera del colegio
La duda
La enredadera
La herida
La leyenda del tesoro de Iznalloz
La llamada de la tierra
La Nochebuena se va…
La reina de los Suevos.
La bella flor de Brigantium
La vecina
La visión europea de un coruñés universal
Las camelias florecen en las Rías Gallegas
Las dudas de un adolescente
Las leyendas de las quince lagunas
Laura, el gran amor de Petrarca
Los cruceros en el pasisaje gallego
Los dos hijos
Los duendes invaden un nuevo supermercado
«Claudio»
Los gallegos, raza emprendedora y aventurera
Los grandes feos
Los hijos de doña Paula
Los pendientes mágicos
Luis Pimentel.
O poeta que cantou ós nenos e chorou coa guerra
Martiña, a da Terra Chá
Mi amiga Elena
Mi tío Manolo
Mimeiriña
Mujeres extrañas
Mujeres extrañas
Noche de ilusión.
Llegan los Reyes!
O Gaiteiriño
O ollo da agulla
O Titiriteiro.
Hace cien años.
Un cuento que no fue cuento
Para el amor nunca es tarde Piñeiriño
Por qué ha muerto Jose?
Pregoneros
Quién ha raptado a Didín?
Rosita Ruinas Santiago
Santiago llegó por el Ulla
Se llamaba Leal
Triste realidad
Un gallego universal que no nació en Galicia
Un hombre justo
Un momento decisivo
Un muchacho que promete
Un poeta olvidado: Alberto Camino
Un rincón perdido
Un sueño
Una mujer sola.
Una niña triste
Vacilación
Viviendo el pasado
Volver
Xosefina López de Serantes. Entrevista.
Volvieron en primavera.II.
Guión
Vida y muerte de una excepcional mujer. Concepción Arenal
Ráfagas
Ráfagas de ilusión, de esperanza y amargura, son estos trozos de vida que relato. Existencias que transcurrieron en el anónimo, cual Ráfagas de viento en la historia de la humanidad. Ráfagas que nos rozan, que pasan por nuestro lado sin que reparemos en ellas, y que, sin embargo, llevan en sí toda una vida. Ráfaga de esperanza es la de la muchacha que escucha las campanadas del año que muere, para dejar paso a otro lleno de ilusión. Ráfaga de recuerdo, la del anciano que rememora la única ilusión de su vida en un lejano carnaval. Y es Ráfaga de esperanza la de la mujer que, año tras año, va a poner su fe inmensa y sencilla ante la procesión que representa el drama del Calvario. También lo es, y de recuerdo, la del hombre rudo y poco cordial que en una Noche de Difuntos deja escapar de su pecho la angustia de un amor que jamás supo demostrar a la compañera perdida. Y así, del mismo modo, cruza por la existencia, solitario y sin esperanzas, el viejecillo que ya nada espera de la vida. También el niño que busca con obstinada desesperación, entre el torbellino de la vida, al padre que nunca conoció, pasa por nuestro lado quizás montado en su bicicleta nueva. Y, por último, la mujer joven y viuda que consagra su vida entera a sus hijos, ocultando tras la ternura y la sonrisa, la intensa Ráfaga de dolor que asoló su existencia. Pequeños Relatos, pequeños cuentos quizás intranscendentes; pero que, en realidad, son la vida misma. Josefina López de Serantes
Réplica publicada por Luis Hernández Alfonso el 19 de junio de 1926 en el diario madrileño «La Libertad». Debemos su localización al profesor Agustín Miranda Armas, administrador de la Minikpedia, y a los miembros del Club de Ciencias del IES Domingo Pérez Minik de La Laguna, a quienes va todo nuestro agradecimiento. Texto y fotografías proceden de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Madrid, 18 junio 1926.
Señor Director de LA LIBERTAD.
Muy señor mío y de toda mi consideración: Suplico a usted se digne dar hospitalidad en esas columnas a la réplica que adjunto, por estimar que es de justicia dejar las cosas en donde deben estar y no pretender llevar la discusión al terreno de la injuria y la calumnia.
Esperando de su justicia e imparcialidad tan señalado favor, me es muy grato ofrecerme de usted atento s. s., q. e. s. m.— Luis Hernández Alfonso.
«El día 17 del actual apareció en LA LIBERTAD un artículo suscripto por D. Luis Astrana Marín y titulado La superchería de Cristóbal Colón gallego.— Una falsificación torpe e indigna. En dicho artículo se nos califica a los que de buena fe creemos en «Colón, gallego» de interesados o indoctos, y se califica reiteradamente nuestra afirmación de «mentira», «falsificación» y lindezas análogas y se nos llama «secuaces» de la idea, empleando esta palabra en su acepción más molesta.
No pretendemos igualarnos en cultura con el autor del repetido artículo, y, por lo tanto, aceptamos personalmente lo de «indoctos». No así lo de «interesados». Ni soy gallego ni tengo nada ver con «determinados círculos de América» a quienes insidiosamente se acusa de promotores de esta «falsificación torpe e indigna». Lo que no podemos tampoco admitir es que se califique de «indoctos» a Amado Nervo, M. Echegaray, Otero, etc., etc., ni que se injurie la memoria de hombre tan respetable como el historiador gallego D. Celso García de la Riega, digno de toda consideración, y que, por desgracia, no puede ya rebatir estas acusaciones injustas y arbitrarias.
Discútase en terreno científico cuanto se quiera; adúzcanse razones serenamente, con la ecuanimidad que deben tener los que tan de doctos se precian. Si en realidad el Sr. Astrana busca la verdad, no la hallará jamás injuriando a los que no opinen como él. Tenemos todos derecho a opinar sin que se nos calumnie y se nos vitupere, y nadie, por muy erudito que fuere, podrá impunemente difamar, en lugar de aducir serenamente las bases de su opinión adversa.— Luis Hernández Alfonso. Madrid, 18 de junio de 1926.»
Cristóbal Colón es un personaje fascinante, antes de presentarse en la corte de los Reyes Católicos nada se sabía de él, existe un misterio que rodea su origen.
La teoría que afirma que Colón nació en Galicia, es la que aporta más información y documentación, la teoría oficial (genovesa) se cae por su propio peso ai querer presentarnos a Colón como un cardador de lana, ¿podría tener audiencia con los Reyes un lanero?
Para desentrañar el misterio del origen del Almirante basta con seguir su vida, su comportamiento, sus escritos y tas referencias de los hechos.
La vida del Almirante está plagada de relación con Galicia, su comportamiento y su carácter demuestran que el Almirante y el señor feudal gallego Pedro Álvarez de Sotomayor conocido como Pedro Madruga, eran la misma persona.
Presentamos las aportaciones realizadas hasta el día de hoy para demostrar que COLÓN ERA GALLEGO.
Entrevista a Eduardo Serantes na TVG, sobre a súa nai, Xosefina López de Serantes. Ademais da abondante laboura literaria, cóntase a súa implicación na defensa do Colón galego, e sobre o libro que escribiu «El Enigma del gran Almirante» que nunca chegou a publicarse:
Castelao quiso contribuir a la causa gallega con un dibujo, el cual fue publicado en el libro del Doctor Rodríguez «COLON ESPAÑOL, HIJO DE PONTEVEDRA»
Meu irmán: Ahí lle vai o dibuxo, asiña decatarase do que quer dicir, a estela das carabelas… a dor de Galicia… etc. Eu poño o meu comentario o descubrimento d’américa e espero nos fagan xusticia, pois a misma dor en contra nós que os Reises Católicos ¿non si?. No arquivo parroquial de San Bartolomé aparecen tres partidas co nome de Colón, en Sta. María o arquivo non está completo e falta o documento de fundación da capilla onde está a inscripción. Saudos agarimosos dun irmán. Castelao
ALBA DE GLORIA
Por Alfonso Daniel Manuel Castelao
Miñas donas e meus señores :
Se no abrente deste día poidéramos voar sobor da nosa Terra e percorrela en todas direiccións, asistiríamos á marabilla dunha mañán única. Dende as planuras de Lugo, inzadas de bidueiros, até as rías de Pontevedra, oureladas de piñeiraes; dende as serras nutricias do Miño á gorxa montañosa do Sil, até a ponte de Ourense, onde se peitean as augas de entrambos ríos; ou dende os cabos da costa brava da Cruña, onde o mar tece encaixes de Camariñas, até o curuto do monte de Santa Tegra, que vence coa súa sombra os montes de Portugal, por todas partes xurde unha alborada de Groria. O día de festa comeza en Sant-Iago. A torre do relox tanxe o seu grave sino de bronce para anunciar un novo día, e de seguida comeza unha muiñeira de campás, repinicada nas torres do Obradoiro, que se comunica a tódolos campanarios da cibdade. Pero, hoxe as campás de Compostela anuncian algo máis que unha festa litúrxica no interior da catedral, con dinidades mitradas e ornamentos marabillosos, de brocados e ouros, con chirimías e botafumeiro, capaz de dar envexa á mesma basílica de Roma. Hoxe as campás de Compostela anuncian unha festa étnica, filla, tal vez, dun culto panteista, anterior ao cristianismo, que ten por altar a terra-nai, alzada simbólicamente no Pico Sagro; por cobertura o fanal inmenso do universo; e por lámpara votiva, o sol ardente de xullo, o sol que madura o pan e o viño eucarísticos. Por eso a muiñeira de campás, iniciada en Compostela, vai rolando por toda Galiza, de val en val e de coto en coto, dende os campanarios pimpantes da veiramar até as homildes espadañas da montana. E o badaleo rítmico das campás- de tódalas campás de Galiza, en leda algarabía – semella o troupeleo dos cabalos astrales, que veñen pola vouta celeste, turrando do carro de Apolo, que trai luz e calor ao mundo das sombras. Hoxe é o Día de Galiza, e así comeza .
Así da comezo a solemnidade deste día; a Festa Maor de Galiza, a Festa de tódolos galegos. Pero, ninguén pode sentila, coma nós, os emigrados, porque en tal día como este reviven as nosas lembranzas acuguladas, e coa moita distancia agrándase o prodixio da patria. Hoxe a nosa imaxinación anda por alá, en festa de saudades, escoitando as cantigas montañesas e mariñeiras que van para Compostela, vendo o noso país embandeirado de azul e branco, con músicas, gaitas pandeiros, aturuxos e foguetes …
E, despois de evocar o repique matutino das campás – mal ou ben, ao xeito de Otero Pedrayo – eu podía evocar igoalmente, tódolos lances xubilosos deste día, hora a hora, minuto a minuto. Pero, cómo se tornan tristes as alegrías evocadas lonxe da patria ! Cómo doen as ledicias arrincadas do recordo da nosa mocedade ! E, cómo para min é certo o que dixo o mellor poeta da nosa estirpe :
Sen ti perpétuamente estou pasando
Nas maores alegrías, maor tristeza
Non; é moito mellor evocar algo irreal, algo puramente imaxinario, algo que co seu simbolismo, nos deixe ver o pasado para proveito do futuro, como unha boa esperencia. Podemos imaxinar, por exemplo, unha Santa Compaña de inmortaes galegos, en interminable procesión. Alí veremos as nobres dinidades e os fortes caracteres que dou Galiza no decorrer da súa Hestoria. Verémolos camiñar en silenzo, coa faciana en sombras e o mirar caído na terra dos seus pecados ou dos seus amores, agachando ideias tan vellas que hoxe nin tan siquera seríamos capaces de comprender, e sentimentos tan perennes que son os mesmos que agora bulen no noso corazón. Algúns verémolos revestidos con ricos panos e faiscantes armadura; pero, os máis deles van descalzos e nús, cos osos prateados polo fulgor astral.
Ao frente de todos vai Prisciliano, o heresiarca decapitado, levando a súa propia caveira nunha arqueta de marfín e afincándose nun longo caxato, que remata coa fouce dos druídas, a modo de báculo episcopal. Siguen a Prisciliano moitos adeptos, varóns e mulleres. Detrás veñen dous magnates, que cicáis sexan : Teodosio, o grande Emperador de Roma, e San Dámaso, o Santo Pontífice da cristiandade, seguidos ambos por unha hoste de soldados i ecresiásticos. Ollamos dispóis unha ringleira de mortos escrarecidos, que portan os atributos da súa dinidane ou da súa profesión .
Alí distinguimos á virxe Eteria, a escritora pelengrina, con túnica de branco liño e camiñando con arfado compás. Ao hestoriador Paulo Orosio, discípulo de San Agostiño, que marcha pensatibre, cun rolo de pergameos na man. Ao bispo e cronista dos tempos suevos, a Idacio, que alumea o camiño cunha lámpara de bronce. A San Pedro de Mezonzo, o autor da Salve Regina Mater – o cántico e a oración máis fermosa da Eirexa -, cunha fragante azucena nos beixos. Ao fundador San Rosendo que sostén litúrxicamente a custodia do noso escudo tradicional. E moitos, e moitos máis, que é dificultoso recoñecer. Logo vemos ao primeiro Arzobispo de Compostela, o gran Xelmírez revestido de pontifical, con aurifulxente cortexo de mitrados e coengos. Após do prelado ven Alonso VII, o Emperador, con cetro na destra, espada na sinistra e coroa de ouro e pedrarías nas sens.
Siguen ao Emperador: o Conde de Traba, seu aio, e demáis bultos da soberba feudal de Galiza. Ollamos dispois os monxes letrados, en longa fileira, con velas acesas e libros abertos. Ven detrás o mestre Mateo, o Santo dos Croques, co Apocalipsis debaixo do brazo, encabezando unha grea de architectos e imaxineiros, que portan as ferramentas das súas artes. De seguida aparece unha moitedume de xograres e trobadores, en mistura de tipos e atavíos.
Algúns semellan ter sido monxes; outros calzan esporas de ouro, en sinal de que foron cabaleiros; pero os máis deles van esfarrapados, con vellas cítaras, laúdes e zanfoñas ao lombo. Alí recoñecemos a Bernardo de Bonaval, a Airas Nunes, a Eanes do Cotón, a Pero da Ponte, a Pero Meogo, a Xoan de Guillade, a Meendiño, a Xohán Airas, a Martín Codax, Paio Gómez Charino, a Macías, o namorado, a Rodríguez del Padrón, e moitos máis, todos con lume no peito. Non tardan en aparecer as dúas belidas e infortunadas irmáns, Inés e Xohana de Castro, a que reinou en Portugal dispois de morta e a que foi raiña de Castela nunha soia noite morna de vran, como dúas rosas rosas murchas levando en bandexas de prata as coroas do seu efímero reinado.
Veñen de seguida os moitos varóns altaneiros de Galiza, os señores feudales, que non souperon vivir en paz, nin consigo mesmos, todos eles montados en bestas negras, dende Andrade, o Bó, seguido por un porco montés- símbolo totémico da súa casa -, até o valente Pedro Madruga, que leva o puñal da traición espetado nas costas. Como grupo singular destácase o Mariscal Pardo de Cela, xunto cos seus compañeiros de marteiro, inxustamente decapitado, que sosteñen con entrambas mans as propias cabezas, aínda frescas, que deitan sangue e piden xusticia. Tamén ollamos unha boa representación do feudalismo eclesiástico, e nel distinguimos aos tres arzobispos Fonseca, pai , fillo e neto, seguidos por unha mula cangada coas obras de Erasmo. E, detrás de tanto señorío feudal ven a pé o seu mellor cronista, Vasco da Ponte. De seguida recoñecemos a imponente tropa dos Irmandiños, que arrastran cadeas, con bisarmas e fouces mangadas en paus, levando por abandeirado a Rui Xordo, que sostén en outo un facho de palla acesa e fumeante. Eiquí comeza a decaer a categoría do fúnebre cortexo, coma decaeu Galiza ao trocarse en povo vencido e subordinado. Pero sigue dando individualidades, como Sarmiento de Gamboa e os Nodales, que camiñan xuntos, portando astrolabios, atlas e cunchas estranas; o filósofo escéptico, Francisco Sánchez, con muceta de doutor; os Virreis de Nápoles e das Indias, Conde de Lemos e Conde de Monterrei, que serviron lealmente a quén non merecía ser servido por ningún galego; os tres grandes embaixadores filipescos, Zúñiga, de Castro e Gondomar, que inútilmente derrocharon talento, sabiduría e artes diplomáticas; os escultores Moure e Ferreiro, xunto cos architectos Andrade e Casas e Nóvoa, que ceibaron de cadeas a nosa orixinalidade oprimida; o P. Sarmiento e o P. Feixóo, que remediaron o retraso cultural de Hespaña coa súa poderosa erudición e o seu xenio enciclopédico. Ven axiña Nicomedes Pastor Díaz, coa súa lira de nacra, abrindo a renascencia literaria de Galiza e seguido polos poetas Añón, Rosalía, Curros, Pondal, Ferreiro, Lamas, Amado Carballo, Manoel Antonio e tantos outros, todos con estrelas sobor das súas frentes; os hestoriadores Vicetto, Murguía e López Ferreiro, os patriotas Faraldo e Brañas, a pensadora Concepción Arenal, a escritora Pardo Bazán, e por fin o gran Don Ramón, ainda non ven descarnado …
Acabo de citar uns cantos bultos da Santa Compaña de inmortaes galegos, uns cantos nada máis, porque, nos dous mil anos da nosa hestoria, os bultos cóntanse por milleiros.
Di Oliveira Martins que na Hestoria non hai máis que mortos e que a crítica hestórica non é un debate, senón unha sentencia. Pero todos sabemos que os mortos da Hestoria reviven e mandan sobor dos vivos – moitas veces desgraciadamente -, como todos sabemos que a mellor sentencia é a que se da dispois deun debate. Por eso eu gosto de poñer a debate a nosa Hestoria, non a nosa Tradición, porque si ben é certo que se pode compor unha granda Hestoria de Galiza con soio recoller as crónicas dos seus grandes homes, tamén é certo que ningún deles, nin todos eles xuntos, foron capaces de ergueren a intransferible autonomía moral de Galiza, á categoría de feito indiscutible e garantizado. Afortunadamente, Galiza conta, para a súa eternidade, con algo máis que unha Hestoria fanada, conta cunha Tradición de vaor imponderable, que eso é o que importa para gañar o futuro. Cando a Santa Compaña de inmortaes galegos, que acaba de pasar por diante da nosa imaxinación, se perde na espesura dunha froresta lonxana, con esa mesma imaxinación veremos xurdir do Humus da terra-nai, da terra da nosa Terra, saturada de cinzas humáns, unha infinda moitedume de luciñas e vagalumes, que son os seres innominados que ninguén recorda xa, e que todos xuntos forman o substractum insobornable da patria galega. Esas ánimas sen nome son as que crearon o idioma en que eu vos estou falando, a nosa cultura, as nosas artes, os nosos usos e costumes, i en fin, o feito diferencial de Galiza. Elas son as que, en longas centurias de traballo, humanizaron o noso territorio patrio, infundíndolle a tódalas cousas que na paisaxe se amostran o seu propio esprito, co que pode dialogar o noso corazón antigo e panteista. Elas son as que gardan e custodian, no seo da terra-nai, os legados múltiples da nosa tradición, os xermes incorruptibles da nosa futura hestoria, as fontes enxebres e purísimas do noso xenio racial. Esa moitedume de luciñas representa o povo, que nunca nos traicionou, a enerxía coleitiva, que nunca perece, i, en fin, a espranza celta, que nunca se cansa. Esa infinda moitedume de luciñas e vagalumes representa o que nós fomos, o que nós somos e o que nós seremos sempre, sempre, sempre.
Velahí o que eu quería decir neste Día de Galiza, en loubor da nosa Tradición, por riba da nosa Hestoria a tódolos galegos que residen nesta terra, que para nós é a segunda patria. E nada máis amigos e irmáns.
Que a fogueira do esprito siga quentando as vosas vidas e que a fogueira do lume nunca deixe de quentar os vosos fogares .
En los años veinte de principio de siglo XX, fueron muchos los que intentaron que no cayera en el olvido las aportaciones de Don Celso García de la Riega, pero se encontraron con todo tipo de impedimentos infranqueables y que en esta web recogemos para hacer justicia, uno de esos impedimentos en pro de la verdad, fué la propia Academía de la Historia.
Encontramos en un artículo del diario ABC de fecha 28 de agosto de 1926, una sátira burlesca sobre este asunto de las manos del gallego Wenceslao Fernández-Flórez, y que nos dá una idea de lo complicado que lo tuvieron los colonianos de prinicipio de siglo.
EL SUEÑO DE UN ACADÉMICO DE LA HISTORIA
El señor académico de la Historia se ha quedado dormido en su gabinete de trabajo. Estudiaba en el Alrededor del Mundo las costumbres en el paleolítico cuando la fatiga cerró piadosamente los ojos del ilusttre personaje. El ilustre personaje produjo un ronquido de tono agudo; lo corrigió, lo perfeccionó, fue bajándolo en ensayos sucesivos, hasta hallar ese tono grave y digno que corresponde al roncar de un académico de la Historia, y ya parecía definitivamente cautivo de su monótono arte al dibujarse delante de él, en la estancia, la silueta de, un hombre de cierta edad, con gorra de terciopelo y amplia chaqueta de cuello de armiño. El hombre dio unos pasos, exagerando ese andar que las novelas achacan a los viejos marinos, y se detuvo para alzar un poco la gorra, de lasque sé escapaba una corta melena.
El aparecido.—:B.uenas tardes, señor. Creo que me conocerá usted sin otras presentaciones.
El académico.—Sí. Le he visto a usted en varias estampas. ¿No es usted una marca de fábrica? Esa traza la he encontrado dibujada en una botella de anís o en una caja de almidón.,. No estoy seguro,
El aparecido.—Pero, eso aparte.-. En fin, yo soy Cristóbal Colón,
El académico—¡ Cristóbal Colón !
El aparecido.—Sí; soy Colón. Aquí traigo el huevo- »
Bl académico.—No, no es preciso… Ahora caigo en que… Siéntese. ¿Y qué le trae a usted por esta casa?.
Colón.—He sabido que se ocupaban de mí e.n estos días, . . . »
El A.—En efecto; nos ha dado algo que hacer cierto incidente…; hasta hemos tenido que escribir unas cartas..; yo también he escrito una carta… Nunca creí que el cargo de académico de la Historia diese tanto trabajo… ¿Viene usted a darme gracias?.
C. (dando vueltas a la gorra).—Precisamente a dar gracias, no. Yo. quería aclarar.,. El A.—¡Un momento ¿Ha dicho usted «aclarar»? ¿Aclarar qué? Es muy peligroso eso, amigo mío, muy peligroso. Temo no haber comprendido bien sus intenciones.
C.—Me refiero a algo que me atañe personalmente.
El A.—¡Como personalmente! ¡Esa es buena! Personalmente nada le atañe a usted. Parece mentira que no comprenda lo que es tan sencillo. «Usted, en vida, habrá hecho todo lo que haya tenido por conveniente; pero ahora ha pasado usted a ser propiedad de la Academia de la Historia. Nosotros le administramos, le definimos, le acaparamos. A usted y a todos los personajes fallecidos. Somos sus procuradores. Más aún: somos su padre y su madre.
C.—Pero de mí se ha dicho…
El A.—No le importe a usted lo que se diga. Aquí no hay nadie que pueda hablar o escribir acerca de usted más que nosotros,
C.—SÍ usted me permite.,. Lo que yo deseo es confesarle a usted que, verdaderamente, yo he nacido en Galicia,
El A. (incoporándose)>—¡Es usted un impostor!
C.—Se lo aseguro. Tómese la molestia de examinar las pruebas que le ofrecen. Ahora no tengo motivo alguno para ocultar mí origen. Soy gallego.
El A.—¡Gallego! ¿Está usted loco? Comprenda que éste es un golpe demasiado rudo. Usted no puede ser gallego sin que lo» decretemos nosotros. Usted es un hito en la Historia; la Historia es nuestra pupila. De usted se dijo siempre que era genovés,-. Luego, que no se sabia de dónde,.. Ahora, que nació en Pontevedra… Es demasiado. Le suplico que no se mezcle en nuestros asuntos.
C.—Disculpe usted que insista…
El A.—No puedo consentir… Voy a ser franco. La Historia,… bueno, la Historia sirve para no sé cuántas cosas, pero su mayor utilidad consiste en dar lugar a la Academia de la Historia. Sin Historia, no podía existir esta Academia; y sin esta Academia, yo creo—aquí, entre nosotros— que la Historia valdría un comino. Yo soy académico por mis amistades, por mis cargos políticos, por mi situación social…; y estoy muy contento. Es un título prestigioso. Pero yo no he venido aquí para trabajar a destajo. ¿Comprende usted? Yo no estoy en edad ni en condiciones de trabajar, i Voy ahora a perder mi tiempo y mi dinero en investigaciones? No. Pero tampoco he de consentir que los demás los pobres diablos que no son académicos, den a entender a la gente que aún hay muchas cosas por hacer. ¿Qué es lo que hay por hacer? ¡Tonterías! La Historia está completa hasta el presente. Mis padres y mis abuelos creyeron toda su vida que usted era genovés, y les fue tan ricamente. Lo mejor es no remover este asunto. ¿De acuerdo?
C.—Siento, mucho…
El A.—.¡Caballero; el que diga que Cristóbal Colón nació en Pontevedra nos infiere una ofensa personal! ¿Aún insiste usted?.
C.—Aún insisto.
El A– En ese caso…
El académico abre rápidamente un cajón de su despacho, coge un revólver y dispara un tiro contra Colón. Don Cristóbal cae. El académico esconde el cadáver en un armario, murmurando:
—Era preciso. El infame quería desprestigiarnos ante el extranjero.
W. FERNANDEZ-FLOREZ
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