COLÓN: Yo no soy el primer Almirante de mi familia. Pónganme, pues, el nombre que quisieren, que al fin David, rey sapientísimo, fue guarda de ovejas, y después fue hecho rey de Jerusalén, y yo siervo soy de aquel mesmo que le puso a él en tal estado.
SU HIJO FERNANDO: Quiso que su patria y origen fueran menos seguras y conocidas.
Según la versión oficial: En 1476 Colón llega por primera vez a Portugal amarrado a un madero, de su vida anterior nada se sabía y nadie parece conocerle.
De sus hermanos menos se sabe todavía, a pesar de haber sido uno de ellos recibido por reyes y regentar cargos relevantes.
Después del descubrimiento poco se habla de Colón fuera de España, en 1500 Amérigo Vespuccio se aprovecha de esta circunstancia y divulga un viaje que muchos creen que nunca hizo con objeto de quitarle la gloria al Almirante.
Colón ya había caído en el olvido.
Son Fray Bartolomé de Las Casas gran amigo de Colón y su hijo Fernando, lo intentan recuperar el interés mediático y gloria sobre su persona y empresa. El primero en 1542 y su hijo años antes 1539, sin embargo el libro de Hernando no es publicado hasta mediados del siglo XIII.
Son únicamente los juicios colombinos los que rescatan al personaje, pero eso sí, por intereses dinásticos, se falsea aquellas pruebas que hoy podrían sernos útiles.
Así llegamos al cuarto centenario, con la figura de un Colón olvidado ya por todos.
Los Genoveses en un ataque de identidad nacional son los que realmente recuperan al descubridor y su proeza, comienzan a mitad del siglo XIX preparativos para resucitar una identidad italiana medio olvidada.
Esto despierta el interés de algunos estudios internacionales y aparecen también las dudas sobre su origen. Conde Rusell de Lourge 1856
La ciudad de Génova ante un Colón italiano cuestionado, encarga reunir todos aquellos documentos que vinculen a Colón con Génova, y entre 1892 – 1896 aparecen 14 volúmenes en 5 tomos.
Generan todavía más dudas, por insostenible.
Aparece Celso García de la Riega que en 1898 realiza una conferencia en Madrid, con la prueba de documentos que sitúan al apellido en Pontevedra, y lo más importante, es que sus argumentos en contra de los colombo de la raccolta, son tan demoledores que la teoría del colombo italiano, ya nunca se recuperaría.
Aparecieron, a partir de entoces, todo tipo de nacionalidades y ciudades natales, incluso dentro de la misma Italia.
Celso García de la Riega muere en 1914, hasta entonces nadie le contradice y en Galicia se cree que el tema está resuelto.
Después de muerto y sin que pudiera defenderse le acusan de haber adulterado algunos de los documentos presentados en 1898, y de pronto, todo lo logrado se derrumba.
Un grupo numeroso, sobre todo gallegos en la inmigración, se deciden a divulgar en todos los medios, prensa, conferencias y libros, los argumentos de peso de De la Riega.
Entre ellos: (más de 200 intelectuales)
Castro Sampedro
Prudencio Otero Sánchez
Constantino de Horta y Pardo
Enrique Zás
Luciano Rey Sánchez
Fernando Antón de Olmet
Abelardo Merino
Rómulo Carbiá
José Mosqueira Mando
Augusto González Besada
Apoyados por:
Castelao
Eva Canel
La Condesa de Pardo Bazán
Valle Inclán
Wenceslao Fernández Flores
Eduardo Pondal
Eduardo y José Blanco Amor
Gerardo Álvarez Limeses
Ramón Cabanillas
Vicente Blasco Ibáñez
Theófilo Braga (presidente de Portugal)
Torcuato Luca de Tena
Consiguen que en Méjico los libros de historia digan por primera vez que Colón era gallego.
Solo la Guerra Civil fue quien de callarlos.
Años más tarde, ante el oído sordo de algunos apoltronados historiadores oficiales y de los crecidos defensores del Colón Catalán, aparecen gritos reinvidicativos desde Galicia, son:
Philippot
Padre Tomás Barreira
Modesto bará y Salvador Bará
Vila Fariña
Salvador Freixedo
Moreu Curbera
Jose Ramón Fontán González
Emilia Rodríguez Solano
Xosé Neira Vilas
Entre otros … (Alfredo Conde-Chano Piñeiro-Barreiro)
Y finalmente Rodrigo Cota el último mohicano, que nos rescató los secretos del Francesillo para callar a los Catalanistas, Nito Verderá anda desaparecido y el Jordi Bilbeny se dedica a decir que Cervantes Saavedra era de origen Valenciano y que el Lazarillo de Tormes y La celestina son obras catalanas.
¡Juzguen Ustedes, que no por ello serán juzgados!