Cristóbal Colón: “Pónganme, pues, el nombre que quisieren, que al fin David, rey sapientísimo, fue guarda de ovejas, y después fue hecho rey de Jerusalén, y yo siervo soy de aquel mesmo que le puso a él en tal estado.”
Los Reyes celebran Cortes en Alcalá de Henares, y en la misma fecha unos cronistas sitúan a Cristóbal Colón solicitando audiencia real y otros a PedroMadruga (Pedro Álvarez de Sotomayor), poco más tarde el mayor noble feudal de la época desaparece misteriosamente sin conocerse en qué circunstancias, ni datos sobre su enterramiento, al tiempo que aparece Colón en Portugal. Son los primeros datos que se tienen de Colón desconociendo todo su pasado, hasta que la ciudad de Génova a finales del siglo XIX se inventa la historia de un tal Colombo cardador de lanas y vinatero.
Una de las pruebas que atestiguan el cambio de identidad de Cristóbal Colón la tenemos de mano del capellán y cronista de los Reyes Católicos, Lucio Marineo Sículo (siciliano), quien conociendo en persona a Cristóbal Colón le llama “Petrum Colonum”, no es el único, otro historiador de principios del siglo XVI, Gaspar Frutuoso (portugués), se refiere a él como “Dom Pedro Colón, que descubriu as Indias de Castela”.
Del primer viaje con Cristóbal Colón, vinieron dos indios que él bautizó con los nombres de Cristóbal y Pedro.
Cristóbal Colón firmaba bajo unas siglas en orden piramidal, con “Xpo FERENS” en el lugar donde se deduce que tendría que ir su nombre. Xpo FERENS significa “Portador de Cristo” siendo evidente que Colón quería hacer un Juego de Palabras, en cuanto, “Xpo FERENES” y “Cristóbal Colón” vienen a significar lo mismo. A este respecto Alfonso Enseñat de Villalonga nos dirá:
En 1530, es decir cinco años antes de que el primer cronista de las Indias, Gonzalo Fernández de Oviedo diera a luz su Historia General y Natural de las Indias, Lucio Marineo Siculo, cronista del Emperador Carlos V, escribía en su crónica titulada “De las cosas memorables de España, que los Reyes Católicos, después de conquistar Canaria, enviaron a Pedro Colón a descubrir otras islas mucho mayores”. Al principio a nadie sorprendió la noticia de que Colón se llamara realmente Pedro, pero andando los años algunos historiadores apuntaron a un posible despiste del cronista. Sin embargo, nadie se ha dado cuenta hasta ahora de que el testimonio de Marineo es corroborado por el gran humanista portugués y sacerdote el doctor Gaspar Frutuoso (1522-1591), que en su obra manuscrita Saudades da Terra, bebiendo en fuentes exclusivamente portuguesas -y más concretamente en los archivos de la isla de La Graciosa en el Archipiélago de las Azores- descubrió que Hiscóa Perestrello, esposa del capitán de la isla de La Graciosa, era cuñada del Pedro Colombo que descubrió el Nuevo Mundo, pues estaba casado con Filippa Moniz Perestrello, hermana de aquélla. Según esto, resulta que en Madeira y las Afores el descubridor era conocido también por Pedro Colombo.
Las dos fuentes en que bebieron Marineo y Frutuoso son tan antiguas y tan puras que no pudieron estar contaminadas por escritos posteriores. De ahí la importancia que debe otorgarse a estos dos testimonios, tan insólitos como casi olvidados.
Sólo nos queda un misterio por aclarar ¿de dónde le viene el nombre de Cristóbal? La respuesta nos la da Fernando Colón cuando afirma que su padre se dio a sí mismo el nombre de Cristóbal porque llevaba a Cristo, al igual que “San Cristóbal tuvo aquel nombre porque pasaba a Cristo por la profundidad de las aguas con tanto peligro”. Esto significa que Colón cambió el nombre de Pedro que sus padres le impusieron en la pila bautismal. Y surgen ahora otras dos preguntas ¿cuándo y por qué cambió de nombre?.
Salvo por la extravagante teoría genovista de un tal Cristóforo Colombo Fontanarrosa, de Cristóbal Colón se desconoce su segundo apellido y no existe documento alguno donde Cristóbal Colón haya firmado o escrito “Cristóbal Colón” de puño y letra, en cambio empleaba la forma en Latín “Yo: Xpo Ferens”, que viene a significar “Yo: portador de Cristo”, que casualmente es lo mismo que “Cristóbal Colón”.
Los corsarios familiares de Colón usaban el sobrenombre de Colon, Coullon, Collon, Cullon; en la capilla de Santa María de Pontevedra aparece “Juan collon” y en la Cruz de Porto Santo “Colon”, Juan II de Portugal a Cristóbal Colón le llama primero “Collon” y luego “Colon”. En los documentos de Pontevedra de Juan y Constanza Colón, aparecen también como “Colon” y como “Culon”, lo que nos inclina a pensar que el apellido usado en Pontevedra tiene su origen en otro con el fonema “Culon” y de su grafema francés “Cullon” o “Coullon” como el de los Corsarios sus parientes.
Las dos formas aparecen en los documentos de Pontevedra, en la inscripción de la capilla de Santa María de Pontevedra “OS DO CERCO DE JUAN NETO E DE JUAN COLLON FIXERON ESTA CAPELLA”. La doble ele no se pronunciaba en Galicia como elle, como se puede observar en “capella”. Se observa en los documentos pontevedreses que cuando los protagonistas escribían su apellido lo hacían con doble ele, y que cuando lo hacían otros, en su lugar ponían una ele sola ya que fonéticamente se pronunciaba igual.
En Portugal sucedía lo mismo, en la carta del rey Juan II a Cristóbal Colón “Nos Dom Joham per graca de Deus Rey de PORTUGALL…”; “A Chistovao COLLON noso especial amigo en Sevilla”. En Portugal al igual que en Galicia, la ele doble sonaba como una sola y la ele doble no existía, usando “LH” para el sonido elle; Ruiz de Pina: “descubrimiento das ILHAS de CASTELLA per COLLOMBO”.
En España durante los años 1484 y 1492, entre la llegada de Colón a España y la firma de las capitulaciones, se le llama “COLOMO”, es a partir de las Capitulaciones de Santa Fé cuando se le empieza a llamar “Colón”. Todo hace pensar que “Cristóbal Colón” es un nombre inventado por el interesado, lo que explicaría que Cristóbal Colón dijera:
“Pónganme, pues, el nombre que quisieren, que al fin David, rey sapientísimo, fue guarda de ovejas, y después fue hecho rey de Jerusalén, y yo siervo soy de aquel mesmo que le puso a él en tal estado”. Que su hijo Fernando Colón, dijera: …bien que el Almirante, conforme a la patria, donde fue a vivir y a empezar su nuevo estado, limó el vocablo para conformarle con el antiguo, y distinguir los que procedieron de él, de los demás que eran parientes colaterales, y así se llamó Colón: esta consideración me mueve a creer que así como la mayor parte de sus cosas fueron obradas por algún misterio, así en lo que toca a la variedad de semejante nombre y sobrenombre, no deja de haber algún misterio. Podríamos traer para ejemplo muchos nombres que fueron puestos como indicios de los efectos que habían de suceder por causas ocultas, como en lo que pertenece al Almirante, de quien fue pronosticada la maravilla y novedad de lo que hizo; porque si atendemos al sobrenombre común de sus ascendientes, diremos que verdaderamente fue Colombo, o Paloma, en cuanto llevó la gracia del Espíritu Santo al Nuevo Mundo, que descubrió; mostrándose como en el bautismo de San Juan Bautista el Espíritu Santo, en figura de Paloma, manifestando que era el hijo amado de Dios, que no era allí conocido, porque sobre las aguas del Océano, llevó como lo paloma de Noé, el ramo de oliva, y el aceite del bautismo.” Y dijera también: “El principio y causa de la venida del Almirante a España, y ser tan dado a las cosas del mar, fue un hombre muy señalado de su apellido y familia, llamado Colombo, muy nombrado por mar, por la armada que gobernaba contra los infieles, y también la de su patria: tal era su fama, que espantaban con su nombre hasta los niños en la cuna”
Explica, que tanto Lucio Marineo Siculo, (capellán y confesor de los reyes ) y Gaspar Fructuoso, contemporáneo de Colón, le llamaran Pedro Colón.
El Conde empezó a llamarse Pedro Álvarez en honor a su hermano Álvaro Paez de Sotomayor desde el momento en que este lo legitimó y prohijó, confirmado por Real Cédula del Rey Enrique IV de fecha 6 de agosto de 1468, por tanto, se apellidó Álvarez por Álvaro y puede que Pedro por el apellido Paez patronímico de Paio (Pedro).
De Don Pedro Álvarez de Sotomayor / Cristóbal Colón se desconoce, como se llamaba antes de 1468. Este es el motivo por el cual antes de esta fecha, no se encuentra ningún dato sobre Cristóbal Colón o sobre Pedro Álvarez de Sotomayor con uno u otro nombre. Le llamaremos pues, Cristóbal Colón de Sotomayor, mientras no tengamos certeza absoluta del antiguo.
El nombre, en la Edad Media es un signo identitario que servía para reflejar la jerarquía de un individuo dentro de un linaje y que lo posiciona socialmente. Fernando Colón nos introduce en la idea del cambio de nombre y apellido o sobrenombre de su padre:
“… muy apropósito al sobrenombre de Colón, que volvió a renovar, que en griego significa miembro, para que siendo el propio suyo Cristóbal, se supiese de quien era miembro; esto es, de Cristo”.
La elección de nombres de los hijos, sobre todo, del primogénito y segundogénito solían tener un mecanismo preestablecido, por lo que nos cuenta Fernando Colón en el caso de su padre, su nombre, es resultado de una intencionalidad mística que rompe con su linaje colateral para crear otro linaje y estirpe utilizando un sobrenombre antiguo y en desuso.
Si atendemos a lo que nos dice Fernando Colón en cuanto Cristóbal Colón quiso distinguirse de los familiares colaterales, ¿que norma siguió Cristóbal Colón para escoger los nombres de sus dos hijos de linaje “Colón”?. Diego, podría identificarse con el hermano de Cristóforo Colombo, “Giacono”, pero no encontramos solución en la genealogía Colombina para “Fernando”, tampoco la encontramos en la descendencia de Diego Colón: María, Luis, Juana, Isabel, Cristóbal y Diego.
Don Pedro Álvarez de Sotomayor, Conde de Caminha, es un buen reflejo del uso en la elección del nombre por la nobleza, su apellido Álvarez es patronímico de Álvaro, el sufijo “ez” significa “hijo de”, se usaba el patronímico para indicar que se era hijo de; en este caso el Conde escogió el de su hermano mayor “Álvaro” quien lo pro-ahijó para darle derechos de sucesión de la Casa de Sotomayor, Casa del linaje que le dio el segundo apellido (epónimo); esto nos induce a pensar que antes de ser pro-ahijado se llamaba de forma distinta a como hoy le conocemos hasta su desaparición… puede que Pedro Sotomayor, ¿Quién sabe?.
Encontramos la debida coincidencia en que los hijos del Conde se llamaran: Álvaro, Fernando, Cristóbal, Diego, Alfonso, Mayor y Constanza; Álvaro en honor de su hermano, Fernando en referencia a su padre Fernán Yañez, Cristóbal ¿?, Diego, Alfonso, Mayor y Constanza se repiten generación tras generación en los Sotomayor. Pero todos ellos están ligados a la casa de Sotomayor de manera colateral y serían claramente descartables si atendemos a lo que nos dice Fernando Colón en cuanto Cristóbal Colón quiso distinguirse de los familiares colaterales, lo que ha de llevarnos a buscar más atrás y a utilizar para ello otro de los enigmas colonianos, el escudo de armas que los Reyes Católicos le otorgaron, en este escudo los Reyes le conceden poner en el cuarto cuartel las armas que solía llevar, y él escoge una banda azur sobre campo de oro y jefe de gules, en mi opinión haciendo referencia a una pertenencia a la Orden de la Banda (fundada por Alfonso XI) en su ascendencia, muchos eran los linajes que utilizaban la banda como distintivo de su linaje, como es el caso de los Zúñiga con quien los Sotomayor emparentaron continuamente. Y sí, encontramos los dos únicos Sotomayores que recibieron el honor de ser miembros de esta distinguida orden, sus tatarabuelos Don Fernán Yánez de Sotomayor y Don Diego Álvarez de Sotomayor. Esto podría explicar la elección de estas armas por Cristóbal Colón, el nombre de sus dos hijos y también porqué en el Castillo de Sotomayor aparece en uno de sus muros exteriores este mismo escudo.