Para aquellos que no me conocen, soy Profesor, Historiador y Bibliotecario en la Universidad de Illinois en Urbana, EEUU, pero soy nacido y criado en San Juan, Puerto Rico. Aunque mi investigación principal es la historia política y cultural de Puerto Rico durante el siglo XX, llevo estudiando la historia de Puerto Rico en los siglos XVI, XVII, y XVIII por más de una década con el fin de conocer y entender las vidas de mis antepasados. Mi interés principal es trazar la historia familiar de mi linaje Sotomayor en Puerto Rico para pasarlo a las futuras generaciones. La familia Soto y Sotomayor está bastante extendida en el área noroeste de la isla, en pueblos como Aguada, Moca, San Sebastián, Isabela, Aguadilla, Lares, Rincón y otros. Muchos de estos Sotomayor han migrando a pueblos más distantes, a la capital San Juan, y muchos otros a Estados Unidos, como es el caso de la Jueza del Tribunal Supremo de dicho país la Honorable Sonia Sotomayor.
Muchos de estos Sotomayor desconocen el origen de sus antepasados. Pero hay otros, como la misma Jueza Sotomayor, que han escuchado historias orales indicando que la familia Sotomayor proviene de Don Cristóbal de Sotomayor conquistador, colonizador y fundador en 1510 de la Villa de Sotomayor en el área que se conocía en el siglo XVI como “la aguada.” Dice la Jueza Sotomayor: “older stories survive in hand-me-down recollection beyond any living soul’s direct experience: The Sotomayors, I heard, might be descendants of Puerto Rican pioneers.” (Sotomayor, Sonia. My Beloved World. New York: Alfred A. Knopf, 2013, 156). Estudiar e investigar los orígenes de esta familia (o cualquier otra) más allá del siglo XVIII en Puerto Rico es sumamente difícil debido a la falta de documentación. Ataques caribes y franceses, fuegos, huracanes, hurto, inundaciones y alta humedad han afectado los archivos isleños a tal punto que estudiar la historia puertorriqueña de los siglos XVI, XVII y XVIII es ardua labor (ver Rodríguez León, Mario A. Los registros parroquiales y la microhistoria demográfica en Puerto Rico. Tesis de maestría en Estudios Puertorriqueños en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, San Juan, 1983). Historiadores han tenido que ser creativos a la hora de buscar fuentes primarias. Esta situación no es única de Puerto Rico, sino característica de toda la región antillana. En este sentido, la historia oral, con todo y sus problemas de confiabilidad histórica, se convierte en otra fuente a auscultar (Stevens Arroyo, Anthony. “Understanding the Work of Diego de Torres y Vargas.” En Don Diego de Torres y Vargas. Report on the Island and Diocese of Puerto Rico (1647). An Annotated Translation into English by Jaime R. Vidal with Historical Essays and Commentary by Anthony M. Stevens-Arrroyo. Scranton: University of Scranton Press, 2010, 8-9).
Otra estrategia histórica para estudiar Puerto Rico en los siglos XVI, XVII y XVIII es entender el contexto social, económico, cultural, y político particular de las regiones isleñas durante estos siglos. Aquí los historiadores como Ángel López Cantos, Jalil Sued Badillo, Elsa Gelpí Baiz, Guillermo Esteves Völkers, Cristina Campo Lacasa, Ricardo Alegría, James Lockhart, Vicente Murga Sanz, Benjamín Nieves Acevedo, Vilma Benzo de Ferrer, Aurelio Tió, y Enriqueta Vila Vilar, entre otros y otras, son esenciales. A estos estudios se le añaden los historiadores clásicos como Íñigo Abbad y Lasierra, Cayetano Coll y Toste, Salvador Brau, Adolfo de Hostos y Alejandro Tapia y Rivera. Y muy importante también ha sido examinar los diferentes catálogos de pasajeros a Indias y estudiar los trabajos de genealogía e historia del lado de la península de autores como Francisco Conde Mora, Suso Vila, Rodrigo Cota, Ernesto A. Spangenberg, y Alfonso Philippot Abeledo, entre otros.
Este estudio riguroso y extenso me ha llevado a sugerir que mi familia Sotomayor, la cual está documentada hasta mi octavo abuelo, Don Juan de Sotomayor y Hernández (c.1680-f.1791), proviene de Don Pedro de Sotomayor (nc.1510), hijo de Cristóbal de Sotomayor y su “amiga” la princesa Taína. Aunque este Pedro ha sido confundido con Pedro “El Parricida” hijo del II Conde de Camiña D. Álvaro de Sotomayor, no creo que sean la misma persona. Cristóbal de Sotomayor murió en el ataque Taíno de 1511, pero está documentado que le sobrevivió su hijo Pedro, quien heredó la encomienda de su padre en 1515. En Real Cédula fechada 21 de marzo de 1515 Pedro de Sotomayor es reconocido como hijo de Cristóbal de Sotomayor y es ordenado por el Rey Fernando “El Católico” a ir a Puerto Rico y encargarse de la encomienda de su padre (AGI Indif. Gral., 419. lib.5, Fol.171v. Según citado en Murga Sanz, Vicente y Álvaro Huerga. Cedulario puertorriqueño. Tomo I [1505-1517]. Río Piedras: Ediciones de la Universidad de Puerto Rico, 1961, 372-373). De aquí perdemos la pista documental hasta que tenemos varios varones y mujeres Sotomayor viviendo en el área y pueblos limítrofes de la Aguada en los siglos XVII y XVIII, manteniendo lazos matrimoniales entre sí y con otras familias nobles del área. El nombre Cristóbal de Sotomayor abunda en el siglo XVIII en varias ramas de esta familia en esta zona.
Es por esta razón de falta de documentación clara que decidí entrar en el complejo mundo de las pruebas de ADN. La intención es encontrar pistas para aclarar la ascendencia de mi familia Sotomayor. Durante mi investigación sobre la familia Sotomayor en la península ibérica me topé con el trabajo de Don Alfonso Philippot Abeledo y su teoría que sugiere que Cristóbal Colón era la misma persona que Pedro Álvarez de Sotomayor, Conde de Camiña y padre de Cristóbal de Sotomayor. La teoría me pareció ampliamente documentada y seriamente expuesta. Sigue leyendo La prueba ADN-Y y la teoría Colón-Sotomayor: Resultados preliminares.