A lo mejor Colón nació aquí – reportaje «El País»

 

A lo mejor Colón nació aquí

Poio gasta 650.000 euros en un museo sobre el supuesto origen gallego del navegante

Casa Museo de Colón en Poio – SanSalvador – Portosanto

«Cuando dices que Colón y Pedro Madruga eran la misma persona, la gente puede creer que estás hablando de extraterrestres o de percepciones extrasensoriales. Si lo sueltas así puede parecer una chorrada. Pero hay una base documental». Habla Rodrigo Cota, negro literario y corrector de textos profesional, miembro del colectivo que defiende con ahínco que el descubridor de América no nació en Génova, sino que salió de la parroquia de Portosanto, en Poio (Pontevedra).

El centro fue inaugurado esta semana, pero aún está vacío

La hipótesis ha evolucionado hasta identificar a Colón con Pedro Madruga

Concluyentes o no, los indicios de que Cristóbal Colón quizás y en cierto modo podría haber sido el noble que combatió a los Irmandiños le han bastado al Ayuntamiento de Poio para financiar la reforma de la casa en que, según la hipótesis, se crió el navegante. 650.000 euros se han gastado los gestores municipales, 450.000 de ellos provenientes de los fondos del Plan E, para una remodelación que incluyó la compra de la vivienda contigua y la construcción de una nueva estructura, con fachada de cristal, para que sirva de «punto de encuentro a los estudiosos». «No podemos tener la seguridad al 100%, pero siempre hemos defendido esta tesis», indica la concejal de Cultura, Silvia Díaz.

El centro fue inaugurado esta semana, pero de momento está prácticamente vacío. Tan solo contiene unos dibujos del arquitecto responsable del proyecto, el pontevedrés Enrique Barreiro, que ilustran cómo estaba distribuida probablemente la casa, una construcción modesta de unos 50 metros cuadrados de planta.

El Ayuntamiento pretende que los aficionados vayan donando progresivamente el material que han ido acumulando, pero de momento no hay más que una docena de libros. En el exterior, una placa recuerda el hecho que sirvió de punto de partida, a finales del siglo XIX, a los defensores del Colón gallego: un cruceiro frente a la casa en cuya base se dice que estaba grabada la inscripción «Juan Colón, 1490». La propia señal asegura que la mención fue «misteriosamente limada» en algún momento durante el primer cuarto del siglo pasado, pero habla de unas fotos de 1917 que prueban su existencia.

«Por nuestra parte hay toda la voluntad», cuenta Cota. «Pero queremos ver qué proyecto hay en el Ayuntamiento; no hay problema en ceder el material acumulado, pero si va a estar cogiendo polvo, mejor que se quede en casa», razona. También dispone de una amplia bibliografía el propio Barreiro, que heredó la afición por el aventurero de su padre Enrique, pionero del cine en color que filmó en 1927 Pontevedra, cuna de Colón, un documental que le encargaron unos emigrantes de México y que sigue la tesis original de Celso García de la Riera, el primero, allá por 1898, en defender la galleguidad del viajero. Su argumento principal: los nombres que dio a muchos accidentes geográficos en las islas del Nuevo Mundo coincidían con el de lugares en las Rías Baixas, especialmente la de Pontevedra.

Más que una base de operaciones para los partidarios de la hipótesis, a Barreiro le gustaría que el centro sirviese de homenaje a la diáspora. «Soy nieto de emigrantes, y Colón era en sí un emigrante», reflexiona, y explica que en el diseño de la reforma quiso simbolizar, con el espacio de un metro que separa la fachada original de la de la nueva estructura, el hueco entre el paquebote que zarpaba a América lleno de emigrantes y el muelle del que partía.

La relevancia del personaje ha llevado a que decenas de pueblos de Europa reclamen a Colón como a uno de los suyos. Hay teorías para justificar un origen, griego, escocés o incluso noruego. En España, Cataluña y Baleares también se postulan como la cuna de Colón. A Cota le fastidia esto: «No tienen nada de nada salvo, me fastidia mucho, una capacidad de vender su moto que nosotros no tenemos, por su poderío económico. Es muy fácil hacer creer cosas a la gente», aduce.

La idea inicial del origen galaico ha ido cambiando a lo largo de las décadas hasta llegar a una conclusión sorprendente: Colón y Pedro Madruga eran la misma persona. Entre los datos con que se justifican sus seguidores están los giros gallegos que utilizaba al escribir, que ambos personajes eran amigos del rey de Portugal -y un rey nunca tendría amigos entre la plebe, razonan- y que el de Soutomaior desaparece de las crónicas históricas justo cuando surge en ellas Colón. Los primeros en llegar a esta conclusión fueron el marino mercante y entusiasta colombino vigués Alfonso Philippot y el vilanobés Xosé Lois Vila Fariña, que estuvo enemistado con el primero por el protagonismo que adquirió cuando dirigió la Sociedad de Colón, surgida en los ochenta. Después arreglaron sus diferencias, y ambos están contentos por la iniciativa municipal. «Ha quedado muy bien», concluye Vila.

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